jueves, 5 de julio de 2018

Crítica a El Sustituto de Blanca Miosi, por Lidia Salas


Hoy temprano recibí una grata sorpresa en mi correo. La carta de Lidia Salas, una lectora y crítica literaria que me envía sus impresiones de mi más reciente novela.

EL SUSTITUTO  DE BLANCA MIOSI: UNA LECTURA INTERESANTE

              He sido una lectora fiel de los libros de Blanca Miosi. Quizás he encontrado en su lenguaje un ritmo que se acopla al de  mi respiración según teoría de Gabriel García Márquez, para escribir un libro que no deje escapar, a quien ose abrir una primera página.
            Muchos de sus libros son best sellers. A diferencia de otros autores,  quienes piensan en la literatura como un arte puro con un número reducido de lectores exquisitos,  pienso que el objetivo de todo escritor es despertar el interés de muchas personas. Es oportuno mencionar, que aunque textos basura  con un manejo excelente de mercadeo, pueden lograr éxito en su distribución y venta, no es menos cierto, que obras de reconocido valor literario, como las novelas del ya citado Gabo y de Milos Kundera, han logrado millones de seguidores en los muchos idiomas que su narrativa ha sido traducida.  Autores  que no han tenido la fortuna de despertar el interés de críticos  pero  escudriñaran la estructura del relato,  como  la profundidad de los  personajes, sin embargo, han quedado en la lista universal de escritores por sus obras de buena factura y el desarrollo temático de  innegable interés. Esta reflexión pretende derrumbar el mito que cataloga con desprecio y minusvalía a las obras  que han logrado  buenos records de venta. 
          Al llegar a la última página de esta novela de Blanca Miosi, conservo  la imagen de personajes muy bien estructurados, no sólo en el desarrollo de su prosopografía, sino en la habilidad para mostrarnos la agitación de sus mentes y de sus almas a través del monólogo interior.  Es así cómo comprendemos la antipatía de Mark Carter, por su padre, un militar de alto rango, asesor de programas de seguridad militar de los Estados Unidos de América.  Su angustia ante lo irreversible de su enfermedad y sus dudas sobre lo que significa el amor y la felicidad. A diferencia de otras novelas, también muy interesantes de la misma autora, destaco su habilidad para entregarnos personas humanas verosímiles que se quedan en el imaginario del lector. Fedor Mogliani, es el protagonista positivo, cae quizás en el estereotipo del estudiante inteligente, correcto, sensible y siempre dispuesto a hacer lo correcto.  A quien sin embargo, a pesar de sus dudas y sospechas de las intenciones algo turbias de su mentor, el ambicioso  investigador  de la biogenética: Peter Dodum, accede a sus propuestas, desencadenando hechos que mantienen a quien sigue los capítulos de la ficción, amarrado al hilo cronológico lineal de la novela.  
             En cada nueva entrega, se aprecia la rigurosa investigación de quien se atreve a incluir en el tema de sus páginas, asuntos tan serios como la experimentación en la cura de la Fibrodisplasia Osificante  Progresiva,  enfermedad que aqueja al protagonista, al igual que programas de seguridad militar y el manejo de aviones, en una manera tan convincente, que nos hace reconocer el oficio cada vez más cierto de esta escritora de best sellers.
             Toda novela desarrolla uno de los nueve temas planteados en la literatura clásica griega, pero, es el tratamiento humano  de las  historias, los rasgos y parlamentos de los personajes, lo que hace la diferencia entre un bodrio y una obra digna de ser recomendada.   EL sustituto plantea un tema aderezado con actuaciones retorcidas de algunos de sus personajes, lo cual comunica intensidad a los acontecimientos que se suceden. El protagonista en estas páginas, no sólo recuerda la poesía inglesa memorable, sino que él mismo escribe sus propios versos para exorcizar sus angustias, lo que concede al lector identificarse con tal personaje
         Estaba en deuda con alguien que me ha concedido con su escritura, momentos de intensa lectura.  Recomiendo ampliamente esta nueva novela por su lenguaje pleno de descripciones exactas y en ocasiones hermosas,  por la humanidad de los personajes y por la manera interesante y verosímil de unas páginas que finalmente, celebran la vida y el amor de pareja. Los personajes femeninos, muy bien logrados: Candence Mogliani la madre, o la enfermera que cuida a Mark, y sobre todo Bertha, a quien se presenta con un toque misterioso al principio de la obra, pero  quien está libre de estereotipos y logra convencernos con la sencilla personalidad de una lugareña.  Éxitos como siempre.
 
Lidia salas
Poeta / Ensayista
4 de julio del 2018

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