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El primer día, saliendo del hotel |
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Convention Center |
Como algunos de ustedes saben, estuve participando
del XX El XVIII Congreso Mundial de
Mujeres Periodistas y Escritoras, (AMMPE), asociación
que se constituyó en 1969 en México y que reúne cada dos años a periodistas y
escritoras de todo el mundo. En esta oportunidad fue la ciudad de Taichung,
ubicada a casi doscientos kilómetros de Taipei, (capital de Taiwán), en donde
se llevó a cabo, y los países participantes fueron sesenta.

Las redes sociales son efectivamente
una especie de red que unifica, junta, contacta, a la gente y en especial a los
que como nosotros se dedica en alguna de sus formas al mundo de las letras. En esta oportunidad fui ubicada a través de
Google. Recibí un mensaje privado en Facebook y respondí como acostumbro
hacerlo a todo el que me escribe. Ya en una oportunidad un joven periodista,
Rubén Alcívar tuvo la amabilidad de escribir un precioso artículo en una
revista que se difunde en New York, y si yo lo hubiese ignorado, con seguridad
nada de aquello hubiese sucedido.
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Con mi amiga Catherine Vuylsteke |
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En uno de los restaurantes |
En esta oportunidad Toty Arias secretaria
cultural de la embajada de Taiwán en Perú, fue la que inició el contacto y gracias
a ello pude pasar unos días extraordinarios en una ciudad a la que jamás pensé
conocer. Y no solo eso: encontré grandes
personalidades del mundo literario, reporteras, periodistas, de lugares tan
diversos como Malasia, Vietnam, Brunei, Japón, Filipinas, China continental,
Honk Kong, Singapur, muchas de ellas repartidas por todo el mundo y que
trabajan para periódicos y medios radiales y televisivos importantes de Estados
Unidos, Alemania, Canadá, Japón… por supuesto, también habían en menor cantidad
por la lejanía y lo que ello implica (desde Caracas son 36 horas de ida y otras
36 de vuelta, sin contar las esperas en los aeropuertos y demás); Pero
asistieron emblemáticas reporteras de Paraguay, Argentina, Brasil, Honduras, El
Salvador, Nicaragua, Panamá, Belice, Chile, México, y aquí debo hacer una mención
especial a Rosa María Valles, Presidenta de AMMPE capítulo México, pues será
allí donde se celebrará el Congreso XXI dentro de dos años, al que desde ya
estoy invitada; y a mi inseparable amiga Catherine Vuylsteke, escritora de Bélgica,
con quien pasé momentos inolvidables. Ella habla correctamente alemán, francés,
inglés ¡Y chino! De manera que cuando nos escapábamos del hotel me llevaba por
sitios que solo ella conocía y al entrar en algún lugar o restaurante actuaba
como mi intérprete. Imagínense ustedes a una rubia de ojos celestes traduciéndome
del chino al inglés. La primera impresión
era ver la cara de los taiwaneses, pues ellos se dirigían a mí en su idioma, y
yo, pues nada que ver. Catherine no habla español, así que tuve que hacer
memoria de mis viejos tiempos y afilar la lengua.
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Presidenta AMMPE México |
Como ustedes comprenderán, mis
facciones son más orientales que occidentales, de manera que siempre me
ubicaban entre las participantes de Asia, pero en parte fue muy satisfactorio
conocer culturas y costumbres diversas. Fuimos a los restaurantes más elegantes,
probamos comidas exóticas y exquisiteces únicas, fuimos tratadas con la legendaria cortesía
oriental, y lo único que puedo decir es que regresé con la espalda destrozada
de tantas venias como tuve que hacer, para corresponder a tanto afecto, ya que
se suponía yo era una de ellas. Ni modo.
Donde fueres haz lo que vieres, y eso efectivamente fue lo que hice.
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Con la Generación Kindle (detrás) |
El segundo día del congreso tuve la
oportunidad de hacer mi ponencia y hablar de lo que más me gusta, (en español);
tenían traductores simultáneos y auriculares, así que el idioma no fue una
barrera. Invariablemente, mencioné a Amazon, al señor Jeff Bezos ―quién debía contratarme ya, porque
me he convertido en su embajadora―, quien fue el de la grandiosa idea
de convertir a Amazon en una empresa de coedición, en la que el escritor se
beneficia y controla su obra. Me llamó
la atención que nadie conociera esta manera de publicar. Hubo alguna que dijo que
había subido su obra pero que no había vendido, por lo que consideraba que no
era tan bueno como yo decía. Entonces
empecé a hablar de la enorme importancia de las redes sociales, de la interacción,
de la ayuda que se debe prestar a otros para obtener a la vez resultados, pues dudo mucho que algún escritor en
solitario tenga éxito en Amazon, a menos que posea un nombre o una carrera detrás.
Obviamente mencioné a la Generación Kindle,
a Escritores Generación Amazon Twiter, a Kindle Publishing de Facebook y la necesidad de dar a conocerse a
sí mismo y a sus obras en Twitter.

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Con Catherine y Flora La Secretaria General |
Y mientras decía todo esto hablé de
mi experiencia, de cómo una novela como La búsqueda se había posicionado
durante nueve meses en el primer lugar de Amazon en Spanish Language, y justo salió en la pantalla detrás de mí, en
el enorme ecran la imagen de mi novela. ¡Buen trabajo los de la sala de
producción! ¡Y estaba en primer lugar! Ya se imaginarán la satisfacción que me
produjo. Hablé de las famosas listas, de
los hashtag, de los puntos, de Hotsuite, de los Twitts y de los retuits, y cuando
estaba más entusiasmada me pasaron una nota: debía terminar en unos segundos. Es lo que sucede cuando uno se apasiona, el
tiempo corre y teníamos todo contado al milímetro.
La ciudad de Taichung es preciosa,
una urbe cosmopolita en la que no existen rezagos de la cultura china, pues a
pesar de una larga historia en la que están incluidos españoles, holandeses,
portugueses (Formosa era su nombre original); fue a partir del final de la
II Guerra Mundial que se formó como un
estado independiente, separado de la
China comunista continental, y liderada por el General Chan
Kai Sek llegó a ser la potencia que es hoy en día. De manera que si recorremos
la isla encontraremos pocas reminiscencias chinas, hay excepciones, como
algunos puentes y casas con forma de pagoda, pero más que nada construidas
expresamente para visitas turísticas.
La ciudad de Taipei tenía hasta
hace muy poco, el edificio más alto del mundo: la torre One o One, (Torre 101) pero
ahora existe una en otro país con 300 metros más de altura. Así son las cosas, todo hacia arriba, pues la
arquitectura es la forma de distinción que tienen las ciudades. ¿Quién no
reconocería a Nueva York con su estatua de la libertad? (regalo francés, pero
es el símbolo de esa nación)
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Una de las pocas construcciones tradicionales |
Y así queridos amigos, para no
hacer más largo el cuento, ya que en la cena de la última noche estuve en la
mesa de la junta directiva, propuse que en el próximo congreso que se llevará a
cabo en México, asistieran también escritoras y reporteras españolas y
venezolanas, y que hiciéramos uso también de las vídeo conferencias, pues
estamos en una época en la que debemos aprovechar todas las oportunidades que
nos brinda la tecnología. Me dejaron el encargo. Como siempre, me encanta
hablar de más, y los resultados son esos. Yo acepté con mucho gusto y estoy segura de
que para el 2014 tendremos un magnífico congreso.
Desde aquí mi felicitación y
agradecimiento a Flora, (I-Ping Fu) La secretaria General del Congreso Capítulo
Taiwán, A Toty Arias, Secretaria de la Oficina Cultural de la Embajada de Taiwán en Perú,
y por supuesto, a Alejandro R. K. Huang, embajador de ese país, quien tuvo la
gentileza de invitarme a almorzar y cuya sobremesa fue interesantísima. Un
caballero gentil y muy atractivo, hay que decirlo.
Hasta la próxima, queridos amigos,
¡los eché mucho de menos en estos doce días!