Después de diecisiete años de haber empezado a escribir, es
ahora cuando puedo ver los resultados con cierta lejanía, pues cuando uno
empieza está atiborrado, primero de ideas, luego de la necesidad
de aprender o
perfeccionarse, después del deseo de encontrar lugares en donde pueda codearse,
conocer o escribirse con otros escritores en una situación parecida a la de uno,
como participar en foros literarios, y por último en pensar cómo y dónde
publicar, y no da tiempo de autoexaminarse ni pararse a ver unos resultados que
todavía están lejanos.
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Blanca Miosi |
Creo que todos o casi todos hemos pasado por lo mismo,
algunos hemos tenido la suerte de encontrar a la persona idónea que nos puso
los puntos sobre la íes y nos bajó de la nube para hacernos pisar tierra. Es lo
que sucedió conmigo y fue cuando caí en la cuenta que de escribir solo sabía
el abecedario, pero no me amilané y traté de aprender y captar todo lo que
me enseñaba esa persona como si fuera una esponja. Creo que el tiempo y el trabajo que puse
en ello me dieron la razón y también creo que es el motivo principal por el que
mis libros se leen.
Ya al tercer año de haber publicado por primera vez en una
editorial, y a un año de haberlo hecho en Amazon las cosas empezaron a cambiar.
Recuerdo que estando en Twitter se comunicó conmigo una editora que trabajaba
para el grupo Beyaz Balina para comprar los derechos de traducción al turco de
mi novela El manuscrito. Igualmente
en el 2013, siete años después de haber publicado La búsqueda, una editora francesa de la casa 2 Encres me
escribió un correo para comprar los derechos de traducción al francés de esa
novela. A partir de allí todas mis novelas son traducidas al francés, y Maud
Hillard se ha convertido no solo en la traductora de mis libros sino en mi agente y en una
gran amiga.
No he sido una persona que vaya detrás de las editoriales,
he tenido la suerte de publicar con facilidad e inclusive que dos de las
grandes se
interesaran en mis libros, pero después de publicar en Amazon no le
veo sentido a perder mis derechos por muchos años a cambio de una edición que
llegará a las librerías, sí, pero a la que no le darán el impulso que busca un
escritor y que en poco tiempo se perderá en las estanterías. No puedo decir lo
mismo de la editorial de Amazon, Amazon Publishing, Inc., la única con la
que actualmente publico mis libros y me consta que apoya con constantes
campañas a sus escritores. Igualmente, puedo decir de Amazon KDP
(autopublicación) ha resultado una poderosa aliada; de vez en cuando
promocionan mis libros, fui invitada por ellos a España y por tercer año
consecutivo solicitaron mi opinión como jurado del Premio Literario Amazon.
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Maud Hillard |
Pero ¿cuál fue el detonante que significó un cambio en mi
incipiente carrera como escritora? Es indudable que fue Amazon. Y no tengo
reparos en decirlo, porque la considero mi mejor aliada. Fue a través de Amazon
como la editorial de Turquía supo de mis libros, al igual que la que
actualmente es mi agente para Francia, Maud Hillard. Maud compró La búsqueda y se la leía a su esposo día
a día, traduciéndola simultáneamente al francés. Le gustó tanto la novela que
decidió hablar conmigo. Fue en Amazon donde me encontró Ediciones B, y también
fue en Amazon donde dio conmigo Mauricio Navas Talero, productor y guionista
colombiano; leyó La lista y me escribió
un correo para que hablásemos por teléfono acerca de la posibilidad de llevarla
a la
pantalla chica. Consiguió firmar con la cadena RCN y será convertida en
audiovisual. Y actualmente escribo una novela que puedo decir es “a pedido” de
un importante agente español, para presentarla a una gran editorial, y que
conste que si la oferta no me interesa, con seguridad la publicaré en Amazon,
que es donde me encontró.
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Mauricio Navas Talero |
También la firma Audible se acercó a mí para comprar los
derechos de todos mis libros para pasarlos a audiobook, y creo que de no haber
estado en Amazon no hubiera sucedido. Prácticamente todo se lo debo a esa
plataforma a la que muchos escritores le deben tanto, entre ellos personas que
conozco. También hay otros que hablan muy mal de Amazon, tal vez tengan sus
motivos, pero a mí me ha ido muy bien, me ha servido de trampolín para
proyectos que jamás se hubieran llevado a cabo si no hubiera publicado allí.
¿Pero acaso todo se lo debo achacar a la suerte? Me parece
que estaría siendo injusta conmigo misma si lo hago. Todas las oportunidades
que tocaron a mi puerta se las debo a que publiqué mis libros. Y lo hice en la
plataforma más conocida, pero si los libros hubieran sido malos, con seguridad
nada hubiera sucedido. Por tanto me debo un autoreconocimiento y dejar de lado
la falsa modestia con la que uno suele envolverse por pudor, por educación o
por inseguridad. Es claro que la inseguridad nunca me abandonará, pues gracias
a ella me esfuerzo en escribir cada vez mejor, pero admito que he escrito algunas
novelas muy buenas y estoy orgullosa de ellas. No todas lo son, vamos a estar
claros; también sé reconocer cuando las cosas no salen como me habría gustado,
pero no será por falta de interés o de empeño. A todos los escritores les debe
suceder algo parecido.
Es obvio, no me voy a comparar con escritores de la calidad
de los grandes como Leon Uris, por mencionar un gran nombre, cada uno sabe qué
lugar ocupa y sé que me encuentro en un término medio, me encanta que mis
novelas se lean y que lectores entusiastas me escriban diciéndome que
disfrutaron mis libros. Es el mejor apoyo que puedo recibir, entonces sé que mi
trabajo valió la pena.
¡Hasta la próxima, amigos!