martes, 31 de marzo de 2009

Ángel Vela Rodríguez, por B. Miosi


Ángel Vela Rodríguez, participante del foro Tierra de Leyendas, Prosófagos y colaborador de la página literaria SevillaEscribe, me debía esta entrevista. Pero como todo en la vida, generalmente llueve sobre mojado. En el momento en que empezaba a cristalizar la idea, tres o cuatro entrevistadores más, surgieron como por arte de magia y hasta un par de ellos en la radio, por lo que tuve que esperar mi turno pacientemente.

Ángel, un joven de treinta años, con la obsesión de ser un escritor diferente, está llevando a cabo una ardua tarea: La blognovela: Tortuosos senderos de fe. Digo ardua porque ha escogido un lenguaje de estilo antiguo, y después de haber leído gran parte de su obra, no puedo menos que admirarla, es una novela que recomiendo, vale la pena seguirla.

He aquí la entrevista:

—Ángel, los foros literarios están plagados de participantes que aman la literatura como lectores o como escritores, de cuentos, mayoritariamente. No todos tienen aspiraciones de publicar, más bien diría yo que son los menos. La mayoría desea intercambiar opiniones, o publicar algún cuento para obtener opiniones. ¿Cuál es tu interés al participar en los foros?
—Bueno Blanca, antes que nada, darte las gracias por este huequito en tu blog. En cuanto a mi interés en los foros, se puede decir que con el tiempo fue cambiando, o sería más correcto decir ampliándose.
Pronto hará dos años que empecé a moverme por ellos, y en los inicios mi única intención era conocer a otras personas que compartieran el gusto por la escritura. Llevaba años dándole a las teclas, pero nadie de mi círculo de amigos estaba interesado en el tema. Pese a tener muchas y muy buenas amistades sentía que me faltaba algo. Así que sin tener demasiada idea me lancé a los foros, y escasos días después de registrarme en Sedice, me enteré de que había una quedada en Valencia y cogí mi coche y me encajé allí sin conocer a nadie. Aquél fue el comienzo de una hermosa y enriquecedora experiencia.
Algo más asentado en este y otros foros me di cuenta de que me quedaba mucho por aprender, y que eran un buen sitio para empezar. Las correcciones y los comentarios ayudan muchísimo, (de hecho creo haber aprendido mucho más en estos dos años, que en el resto del tiempo) Y bueno, supongo que llega un momento en el que escribir se convierte en una necesidad.

—Sin embargo, veo que pocas veces dejas comentarios, aunque cuando lo haces, tus criterios son muy buenos. Participas en varios proyectos literarios, uno de ellos es una revista “comic”, ¿en qué te inspiras? ¿Los dibujos se hacen antes y tú aportas los diálogos, o es al revés?
—La verdad es que si no dejo más comentarios no es por falta de ganas, sino porque no tengo tiempo material para ello. Sí te digo que suelo comentar todo lo que leo, pero pueden pasar tiempo sin que pase por los foros para algo más que para colgar los enlaces a mi blog, y esto último más por haber creado un compromiso con aquellos que lo siguen.
Por otro lado, aparte de los proyectos que mencionas hay varios más, sin contar mi trabajo y los compromisos sociales y familiares.
Por ponerte un poco en referencia, te diré que soy encargado en un almacén de artículos de importación, allí el trabajo suele ser bastante pesado, (gran parte del tiempo cargar y descargar camiones y cosas por el estilo) Luego, cuando llego a casa tengo a mi mujer y a mi chuchillo, a los que intento dedicarles el suficiente tiempo como para que no se me vayan de casa, je, je. Y suelo dejar mi huequito para amigos y familiares.
En lo que se refiere a ocio, dentro de la literatura está mi blog, que actualizo cada dos días y en el que contesto a todo el mundo lo antes posible. De éste cuelgo enlaces en varios foros donde también me suelen dejar algún que otro comentario. Luego está el seguir escribiendo la novela, y el ir haciendo las correcciones pertinentes. Por otro lado está el blog y el foro de Sevilla escribe, del que soy miembro, donde participo y comento a los otros compañeros, y con los que me reúno una tarde a la semana. Y aunque no es continuo, sí nos pasamos los textos entre nosotros para corregirnos. También soy miembro del Blog qq-proyecto , donde hago un poco de administrador y colaborador con Nogales en Elpequeñodictador , un cómic vinculado a QuegrandeseresFermín , tira cómica que se hace en Sevilla escribe. De igual modo participo en la columna de opinión que amablemente nos cedieron en la página Web Ociozero, y si a esto le añadimos que soy usuario en más de una docena de foros y otros tantos blog, pues creo que ya es bastante. Y todo esto sin contar mi afición a la música y el cine, mis dos pasiones al día de hoy frustradas. (Durante un tiempo lo intenté con ambas pero no hubo demasiada suerte)
En cuanto al cómic, pues tengo que decir que el peso de la creación lo lleva Nogales, la ventaja es que trabajamos juntos y nos falta tiempo para comentar las posibles ideas. La tira cómica es algo distinta, pues es más cosa del colectivo de Sevilla Escribe. Por regla general se plantea antes la idea y se trabaja a partir de ella. El cómic suele ser al contrario, y no es raro que tenga que escribir los diálogos en base a unos dibujos ya terminados.

—Si antes pensaba que eras poco participativo en los foros, ahora me asombro por la cantidad de tareas que llevas adelante. Respecto a los dos últimos premios de
Cartas de Amor y el otro ¿En verdad crees que me es del todo ajeno?de Paradas, imagino que debe haber sido toda una sorpresa recibirlos simultáneamente. ¿A qué crees que se deba tu éxito en los concursos?
—Bueno decir antes que nada que estos dos últimos son también los primeros je,je,je, Y sí, fue una sorpresa enorme. Como ya comenté por los foros, recibí la primera llamada sobre las 13:00 horas, del Ayuntamiento de Gines. Daba la casualidad de que esa tarde tenía reunión con los miembros del colectivo, y cumpliendo por primera vez con una tradición, invité a café y pasteles al resto. Ya entonces se bromeó con que en una semana o así me llamarían de Paradas, y ese mismo día, sobre las 22:00 horas me llaman. Directamente pensé que era la novia de alguno, pero tras cruzar algunas palabras vi que era verdad, y me dio hasta taquicardia je, je, je...En cuanto a por qué creo que pudieron ganar, pues no creo que sea fácil decirlo. Si algo aprendí en mi breve paso por los concursos, es que lo que pasa desapercibido en un sitio puede ganar en otro. De hecho ambas cartas pasaron sin pena ni gloria por un concurso anterior. Supongo que en esta ocasión pude conectar con el jurado.

—En Amor nefando pones en evidencia de manera sutil y tierna el amor entre dos hombres; en la otra, ¿En verdad crees que me es del todo ajeno? cambias radicalmente el ritmo y el estilo, ¿te son fáciles estos cambios? Cuando escribes, ¿te colocas en el lugar del personaje?
—La verdad es que esos cambios me son difíciles. Siempre me había decantado por la prosa poética y hasta no hace mucho no intenté hacer algo diferente. De hecho hasta hace un año no empecé a escribir nada que no tuviera que ver con mi novela.
Digamos que con el tiempo y la práctica a veces consigo desvincularme un poco, aunque los que suelen leerme, suelen encontrar mayor o menor paralelismo con el tipo de prosa usado en la novela.
Y en lo que se refiere a la segunda pregunta, siempre. Para mí las emociones y los sentimientos suelen ser principales en todo texto. En mi caso resulta la única forma de que lo que se cuenta adquiera cierta credibilidad.

—Cuéntame de tus comienzos en la escritura.
—Bueno aparte de lo comentado por ahí arriba, decir que, como casi todo el que se lanza a escribir, era un niño que leía bastante, aunque compartía estas aficiones con la música y el cine, y bueno era muy callejero, je, je, je... Lo cierto es que es una afición que surgió bastante tarde, supongo que debido al tipo de historias que me gustaba leer (casi todo literatura clásica de cierto peso) Me sentía muy lejos de poder hacer algo digno de ser leído.
Años más tarde, en mi intento con el cine, empecé a escribir guiones, y en mitad de este proceso surgió la idea para una historia de caballería, de esas que tanto me gustaban. Fue después de leer Ivanhoe. Un libro que me ha marcado, y que quiero pensar que me dio el empujón que necesitaba.

—Vaya, veo que tu interés por la lectura empezó desde muy pequeño, ¿cuáles son tus autores favoritos?
—Bastantes. Aunque la inmensa mayoría murió hace mucho. Por citar alguno: Mishima y Kawabata, dos grandes de la literatura japonesa que demostraron en pleno siglo XX una elegancia a la altura de los grandes clásicos. Walter Scott, cómo no, autor de Ivanhoe. Stevenson, con esa prosa tan cuidada y esas historias inolvidables. Goethe, uno de los más grandes y la pasión en estado puro. También me dejaron honda huella autores como Bécquer, Quevedo, (otros de mis autores favoritos), Góngora, Blasco Ibáñez, Unamuno. Otro pilar de la literatura, y que creo que me marcó como escritor fue Hesse, y esa capacidad que tiene para desarrollar el mundo interior de sus personajes. Personajes que rezuman vida y parecen salirse del papel. Luego está Víctor Hugo, Dostoievsky y Dumas, padres de algunas de las más grandes obras de todos los tiempos. Y recientemente Maupassant, no todo lo que le leí hasta ahora me gustó, pero su prosa es bellísima, y tienes cuentos geniales.
En lo que se refiere al teatro, (aunque es un género que toqué poco): Shakespeare, Tenesse Williams, y Miguel Mihura. Y de poesía, algo en lo que soy bastante profano, Baudelaire, Roger Wolfe y Becquer.
Y así un poco más cercano, y aunque hay otros miembros en el colectivo de Sevilla Escribe que me parecen muy buenos escritores y con muchas virtudes, admiro a Manuel Mije, (Canijo), por varios motivos. Admiro la manera que tiene de plantearse esto de escribir, intentando disfrutar intensamente de cualquier experiencia relacionada con el tema, y esa máxima de que de todo se puede aprender. Admiro su versatilidad, (es capaz de escribir una buena historia dentro de cualquier género y sobre cualquier tema) Y del mismo modo admiro su capacidad de conmover al lector (es uno de los pocos autores que consiguió arrancarme lágrimas con un relato)

—Has hecho que tenga curiosidad por leer a Manuel Mije. De los amigos que te rodean en el mundo virtual y también en el real, ¿quiénes crees tú que te han influenciado?
—Si hablamos de influencia estilística o incluso literaria creo que ninguno. Aunque sí en lo que se refiere a la parte técnica, o en todo lo concerniente a meterme en los relatos o hacer que un texto estuviera más depurado. En menor grado serían muchísimos, pero si nos limitamos a citar unos pocos, pues creo que Manuel Mije (Canijo), Ernesto Fernández (Weiss) y Miguel Cisneros (Guybrush).
—¿Hay alguna persona que te haya servido de ejemplo, o de inspiración?
—De ejemplo, en mayor o menor grado, los autores citados arriba, y de inspiración montones, (muchos de mis personajes son reflejos de gente que conozco o con la que traté en alguna ocasión)
—¿Crees que los foros literarios ejercen un papel de importancia en la formación de un escritor?
—No se me ocurre mejor manera de tener un primer acercamiento. Y creo que puede ser de importancia en la medida que el autor sepa sacarle partido.
—¿Qué piensas de los talleres literarios?
—Si te refieres a talleres de pago, no estuve en ninguno. Lo único que sé de ellos es lo que pudieron comentar compañeros que estuvieron en alguno, y hay opiniones de todo tipo.
Personalmente nunca fui muy partidario de asistir a uno. Y bueno, es un poco lo que pretendimos hacer con Sevilla escribe. Nos corregimos, aconsejamos, y si es necesario se tratan posibles dudas o puntos de vista en una mesa redonda, siempre contando con la seguridad de que los que están a tu lado se interesan y quieren lo mejor para el texto.

—¿Cuál es el mejor libro que has leído?
—Creo que es la única pregunta que no sabré responderte, incluso elegir una docena sería difícil.
—¿Qué opinas de Dan Brown?
—Pues no leí más que algún pasaje suelto, pero la verdad es que es un autor que no me atrae. Sinceramente dudo que pudiera interesarme lo que tiene que ofrecer.

—¿Y de Proust?
--Proust es un autor al que tampoco me acerqué demasiado, supongo que por falta de tiempo o porque siempre hubo algún otro que me apeteciera más leer. En cualquier caso, basta leer un par de párrafos para apreciar que era un genio de la palabra escrita.
—Te recomiendo En busca del tiempo perdido. Creo que es una obra que ningún escritor se puede perder. ¿Cuál es el género literario que más te atrae?
—Como lector, no suelo decantarme por un género definido, pienso que en cualquier libro puede haber una buena historia. Suele condicionarme más a la lectura el autor o las criticas de alguien que estime de confianza. Y en lo que ha escribir se refiere, pues es más cambiante aún. Últimamente me atrae mucho el terror y la ciencia-ficción, supongo que porque son estilos con los que aún no fui capaz de quitarme la espinita.
—Y por último: ¿Qué es lo que más deseas como escritor?
—Que no me falten las ideas, y que tenga la lucidez y el tiempo para poder plasmarlas sobre el papel. Y bueno como soñar es gratis, pues hay una imagen que en cierta ocasión se me vino a la cabeza y me pareció muy hermosa. Yo entraba en una librería, y al pasar junto a un par de personas, caía en la cuenta de que una de ellas tenía mi libro en la mano. Y se lo recomendaba a otra con vivo entusiasmo. En ese momento veía hasta que punto había llegado a conectar con aquel lector. Creo que en el terreno literario, difícilmente podría llevarme una alegría mayor.

—Comparto esa visión Ángel, ¡es el sueño de todo escritor! Muchísimas gracias, ha sido un verdadero placer conversar contigo, nos seguimos viendo en los blogs, y en los foros, muchas gracias.

Ángel Vela está escribiendo una blog novela, que ha sido ganadora dos veces del Premio “Blognovela de Oro”, en otoño y en invierno, entre más de cincuenta blog novelas que se exhiben en Internet. En los momentos en que cierro esta entrevista, acaba de recibir el premio por tercera vez.

lunes, 23 de marzo de 2009

De la perspectiva al contar una historia

Creo que la mejor manera de atrapar al lector desde el comienzo de una novela, es eligiendo la perspectiva adecuada. Siempre me ha parecido que es mucho más fácil escribir en primera persona, pues no existe el peligro de equivocar los sentimientos. Es mucho más sencillo decir: “sentí que...” sin caer en la omnisciencia.

En cambio, cuando se narra en primera persona desde la perspectiva de un amigo, es decir, cuando el personaje principal no es el propio narrador, se debe tener en cuenta que sólo se debe describir. Es el caso de “El gran Gatsby”. La novela está contada todo el tiempo en primera persona a través de los ojos de Nick Carraways, un sujeto que vive al lado de la mansión del personaje principal. Él es un narrador tan pasivo, que por momentos uno se olvida que es quien cuenta la novela.

Escribir en tercera persona implica saber qué va a ocurrir con cada uno de los personajes, y saber qué sienten. Pero muchas veces caemos en el error de ser omniscientes. Un ejemplo que se me ocurre sobre la marcha:

“En la mañana que había escogido Carlos para cometer el asesinato se asomaban nubes de lluvia en el horizonte, y por el viento que hacía sabía que no tardaría en empezar a llover. Vio pasar una pareja de estudiantes preocupados, como cuando él estudiaba y tenía que rendir examen. Se sorprendió al pensar en esas tonterías...”

Aquí cabría preguntar: ¿Cómo sabía Carlos que los estudiantes estaban preocupados? Lo correcto sería decir: “Vio pasar una pareja de estudiantes cuyos rostros que reflejaban preocupación, trajeron a su memoria la época de colegio, especialmente cuando había que rendir examen. Le sorprendió estar pensando en esas tonterías...”

Al relatar en tercera persona debemos cuidar esos detalles, pues un lector avezado se hará la pregunta lógica. Y lo peor de todo es que de alguna manera empezará a dudar de lo que lee, aunque se supone, por supuesto, que es ficción. Escribir consiste como muchos saben, en hacer creer que lo que se cuenta es real. Y cuanta más sensación de realidad, más compenetración existirá con el lector.

Tal vez por ello las novelas históricas sean tan exitosas, pues se mezclan realidades irrefutables que dan visos de veracidad al entorno de ficción en el que se desarrolla la trama.

En cualquiera de los dos casos, es importante describir, no explicar. Hay una gran diferencia, y generalmente se nota mucho en los diálogos:

—Teresa dijo que pasaría a retirar la ropa durante la mañana —dijo María, angustiada porque no confiaba en Teresa, siempre había sido impuntual y era necesario que entregase el encargo.

Lo correcto sería:

—Teresa dijo que pasaría a retirar la ropa durante la mañana —dijo María. Vio su reloj de pulsera una vez más, y una arruga apareció en su frente. Miró el paquete y supo que tendría que llevarlo ella misma.

Una técnica muy buena, y que a mí en particular me ayudó mucho, es tratar de imaginar la escena, e ir relatándola como si viese una película. Imagino los personajes, sus actitudes, el timbre de sus voces, sus ademanes, y es lo que voy reflejando a medida que escribo.

Es importante que una vez escrita la novela se revise exhaustivamente, y se la dé a leer a alguna persona fuera del entorno, pues será de la única manera en la que se podrá tener una valoración imparcial. Muchas veces los amigos o familiares tienden a alabar las novelas, ni siquiera por ser buenos amigos; podría ser por la simple razón de que no saben leer. Me refiero a que no leen como los lectores de editorial. Copio un extracto de un artículo de Álvaro Colomer, publicado en Ciudad Seva:


Cada editorial cuenta con un comité de lectura encargado de hacer una primera criba del material recibido. Por unas siete mil pesetas el libro, los lectores deben valorar la calidad literaria y comercial del producto que tienen delante. Son profesores, críticos, filólogos o profesionales amantes de las letras. Necesitan ser intuitivos, objetivos, severos, confiar en su propio criterio y, como sentencia R.R., lector de la editorial Lengua de Trapo y de Plaza y Janés, "tener muchísima paciencia, sillones cómodos, poca vida social y unas necesidades económicas mínimas. Además, mucha modestia. Un lector no tiene que expresarse a sí mismo en un informe, sino que debe explicar un libro a alguien que no lo ha leído". R.H., lectora de Debate, añade: "Y saber leer, que no es tan fácil".

Tampoco es válido pensar que por medio de recomendaciones es posible que un libro sea publicado, leí hace tiempo ya, me parece que en MiseriasLiterarias, que cuando un editor recibía un recomendado, generalmente lo dejaba de lado. Es decir, hay menos posibilidades de ser tomado en cuenta. Por supuesto, no es así en el caso de los agentes literarios, ellos recomiendan a sus representados, y en la mayoría de los casos tienen éxito.

En una entrada anterior, puse especial énfasis en que la mejor manera de presentar un manuscrito, es teniendo la seguridad de que se hizo el mejor trabajo posible. Esto es: una presentación sobria, sencilla, sin dibujos, notas de autor o aclaratorias. Lo importante se concentrará en el contenido, en especial en la primera página. Si un lector de editorial pasa de la primera página, es probable que siga leyendo.
Y hasta aquí llego en esta entrada. Espero que les sea de alguna utilidad.

B. Miosi