sábado, 9 de enero de 2021

¿Quieres ser escritor? ¡Ponte a escribir!

Hace veinte años empecé a escribir. No porque creyese que tenía aptitudes para hacerlo, sino porque soy una persona práctica y deseaba probarme a mí misma que podía escribir una novela. Y no hay mejor manera de comprobar algo que poniendo manos a la obra. ¿Deseas escribir una novela? Ponte a escribir. Es lo que hice.

A partir de ese momento y a medida que avanzaba con mi experimento noté que me gustaba más de lo que había creído al comienzo. Mucho tiempo ha transcurrido desde entonces y llevo ya unas cuantas novelas escritas. Para mi asombro, a la gente le gusta como escribo. ¿Por qué? No sabría decirlo. Soy consciente de que no soy una gran literata ni he seguido estudios universitarios de literatura ni de filología española, lingüística o de narrativa. Lo mío fue escribir, así, de golpe, e ir hilvanando acontecimientos en un montón de hojas de papel bond con un bolígrafo; porque empecé a escribir a mano, a la antigua. Los días sábados me quedaba hasta tarde en mi taller y pasaba todo a la computadora. No tenía  ordenador en casa.  

El asunto es que después de haber escrito un total de veinte novelas todavía hoy no me considero una escritora. Una buena, de las que dejan huella, una escritora que resalte y que sea tomada en cuenta por grandes firmas editoriales que me apoyen con grandes campañas. Y miren que he tenido a una de las mejores agentes literarias y empecé publicando por editoriales bastante conocidas. Estoy segura de que entre mis amistades literarias me consideran una advenediza con suerte. Y debe ser verdad, porque nunca he ganado concursos. Incluso mi consejero, el que me enseñó que escribir era más que poner una palabra detrás de otra -debo decir que empecé a aprender después de haber escrito algunas novelas- todavía a estas alturas me dice: "estoy esperando tu mejor novela".  Y entonces cada vez que empiezo una nueva trato de hacerla mejor,  a ser más sutil con las palabras, ¿a eso se referirá?, pienso; más literaria, tratando de que mis frases sean hermosas, mis pensamientos más profundos, mis planteamientos más complicados, los personajes más humanos... Y siempre él me dice: "Estoy esperando que escribas tu mejor novela". 

No sé si será una táctica para hacer que me esfuerce. Las personas que me leen dicen en sus comentarios que cada vez mis novelas son mejores, pero yo no me lo creo. No sé si es porque sea una autocrítica demasiado severa o porque mi autoestima sea baja, como me dijo una amiga hace unos años. No creo tener baja autoestima; soy realista, eso es todo. Nunca me he creído ser la mejor en esto o aquello, ni tampoco ser bella o atractiva aunque lo haya escuchado muchas veces. La gente suele ser amable y generalmente miente cuando se refiere a la apariencia. Creo que soy una mujer común y corriente, pero sé que tengo una virtud: soy consecuente. Cuando empiezo algo debo terminarlo. Tal vez sea lo que influyó para que siguiera escribiendo.

Con todo, creo que no ha llegado todavía ese momento. No he escrito algo que realmente me haga decirme a mí misma: "lo logré".  Y no sé si llegará. A estas alturas de la vida, cuando escribir ya no es una pasión sino un acto habitual, automático, que ha perdido la emoción de los primeros tiempos y en el que para mí cuenta más la perfección y la coherencia que la emoción de saber que puedo escribir una novela, no sé si sean estas suficientes para crear mi mejor libro. No cuando siento que voy perdiendo ciertas facultades; hay momentos en que se me olvidan los sinónimos o la palabra justa y apropiada para expresar una determinada actitud y debo recurrir al diccionario de la RAE, ¡gran salvadora! o a el santo Google para ver ejemplos o similitudes.

Y luego viene una amiga y me dice que debo escribir un guion para mi novela La búsqueda y que ella me puede enseñar porque lleva ya muchos años estudiando y escribiendo guiones. Entonces, como soy una persona práctica, como dije antes, me digo: ¿quiero escribir un guion? Sí. Pues ponte a estudiar y a escribirlo.

Así es como me encuentro ahora. Pero resulta que escribir un guion no es tan fácil. Se deben seguir ciertas pautas, reglas y formatos a los que no estoy acostumbrada; no es lo mismo ser novelista que ser guionista. En primer lugar se requieren tres pasos: La diagramación, las escenas y el guión. Además, la descripción completa de los personajes (algo que ni siquiera hago en mis novelas, no sé si los que me leen se han dado cuenta). Es decir, no digo Raymundo mide 1.90, es de cuerpo atlético, moreno y usa anteojos. En lugar de eso en una novela acostumbro a decir: Las largas piernas de Raymundo con las justas cabían en el espacio. Iba en clase turista, para variar. Se ajustó los anteojos y trató de leer algunos de los folletos que sobresalían del bolsillo del asiento delantero. Sus cabellos oscuros sobresalían de entre los demás pasajeros que parecían un grupo de vikingos... algo así. Ya ven la diferencia. 

En estos días estoy sumergida en la diagramación de la novela y mi amiga me dio la idea de empezar por una escena que acapare la atención. La del bosque, en la madrugada, cuando los nazis atrapan a Waldek y al grupo de los chicos de la resistencia. Magnífica idea. Porque esa es otra cosa: un guion no necesariamente es la copia fiel de la novela, debe ser una adaptación, porque habrá muchas partes que por cuestiones de tiempo o de interés no se convertirán en escenas. Llevo varios días solo para hacer unas cuantas escenas, apenas voy por la 8 y casi no he contado nada de lo que sucede en un solo capítulo. Eso me lleva a pensar que tal vez  el guion de La búsqueda no sea para una película sino para una serie. De lo que estoy segura es de que soy la persona ideal para escribir el guion. Conozco la novela de pe a pa. ¡La reescribí cinco veces y pasé corrigiéndola seis años!; y mi amigo, el que siempre dice que espera por mi mejor novela, me ayudó en la última corrección, ¡que duró siete meses! O sea...

Veamos qué me depara esta nueva etapa. Me preocupa un poco no poder continuar con la novela que había empezado a escribir, aunque tal vez sí lo haga, será como un descanso entre escena y escena de La búsqueda. Mi amiga me dice que tiene contactos en ciertas esferas, y que después de terminado el guion también se puede colgar en una plataforma específica a la que entran los productores y gente de cine y televisión en busca de ideas frescas o interesantes. Pero lo principal es tener un buen guion. Así que como siempre digo: Manos a la obra. ¿Quieres un guion? ponte a escribirlo.

¡Hasta la próxima, amigos!