domingo, 18 de mayo de 2014

¿Quién es Freddy Piedrahita?

Como decía en la entrada anterior, las personas que he conocido a través de las redes sociales han marcado la diferencia entre un antes y un ahora.

Freddy Piedrahita
Hacer amistades en la actualidad es cada vez más difícil, al menos para quien no es muy aficionada a fiestas y reuniones como yo, o que no asista a academias, a la universidad, o a un trabajo, que es donde se fraguan las amistades duraderas, de manera que lo que trajo Internet a mi vida además de contribuir a lograr mis sueños de publicar  pues fue por correo electrónico como contacté con la editorial que publicó mi primera novela y también fue a través de una página Web como contacté a la que fue mi agente literaria, y fue en el blog de un escritor donde me enteré que se podía publicar por Amazon—, conocí a personas invaluables, con las que nunca hubiera tenido oportunidad de conversar si no fuera por la existencia de Internet. Gracias, Tim Berners-Lee.

Uno de estos amigos es Freddy Piedrahita. La mayoría que conforma el grupo de escritores por el que me muevo lo conoce, sea porque ha escuchado su programa de radio o porque ha sido entrevistado por él.
Pero, ¿quién es Freddy Piedrahita? Es un promotor de eventos muy conocido en la comunidad donde vive y alrededores, un colombiano que lleva viviendo más años en la Bahía de San Francisco, California, USA, que en su tierra natal. Es abanderado de una serie de fundaciones en bien de la comunidad, organiza fiestas patronales, asamblea de ciudadanos, celebraciones patrias recordando a los colombo-americanos que hay costumbres de su idiosincrasia que no deben perder. Pero no solo se trata de festejos. No. Los latinos que arriban a esa tierra norteña encuentran una mano amiga en Freddy, he visto sus avisos ofreciendo y buscando habitación, trabajo, algún lugar donde comer a precios económicos…

Y por si fuera poco, es nuestro mecenas de las letras. Como él mismo dice, no es una persona cultivada en el terreno literario, sin embargo siente profundo respeto por la cultura, por las letras, por los libros y por los escritores. Lo conocí cuando entrevistó a la escritora Isabel Cristina Acuña, autora de dos novelas de éxito que empezaron vendiéndose en Amazon y que ahora comercializa un sello de Planeta: De vuelta a tu amor y La unión.

Me pareció buena idea la oportunidad de ser entrevistada por Freddy, pero no solo yo, pues tengo por costumbre  pensar en los demás, en los amigos que pudieran beneficiarse de alguna práctica, en este caso de ser entrevistados en un programa de radio; sé que muy pocos tienen acceso a los medios, y conversé con Freddy de la posibilidad. Su reacción no se hizo esperar. Accedió con el entusiasmo que lo caracteriza y a partir de allí creó un segmento en su programa “Ondas de la Bahía” al que llamamos: “El Rincón Literario”, en el que entrevistaba dos veces por semana a autores noveles, autores independientes y también autores consagrados, además de cantantes, compositores, directores de cine.

La mayoría de los entrevistados son escritores que por primera vez tuvieron oportunidad de hablar ante una audiencia, algunos me confiesan sus miedos, la inseguridad que invade a todo primerizo, y me siento feliz de que tengan esa experiencia que difícilmente se puede lograr, Freddy es nuestro cómplice, un compinche que con su voz aterciopelada que inspira calma y comprensión, logra que sus entrevistados se confiesen y cuenten sus secretos, hace que se sientan seguros, satisfechos de haber pasado la prueba.

¡Y qué puedo decir lo que significa para mí el programa de Freddy Piedrahita! He tenido la oportunidad de ser una especie de productora al tener que conseguir entrevistados, y por si fuera poco, él hizo que recayera en mí la responsabilidad de hacer un programa dedicado a la memoria de nuestro ilustre escritor Gabriel García Márquez. Un honor y una alegría tremendos, que Freddy con toda confianza puso en mis manos. Así fue como los escritores José Luis Palma desde España; Heberto Gamero desde Venezuela y yo, nos comunicamos en una teleconferencia que organizó Freddy desde San Francisco, con el milagro tecnológico de estos tiempos en los que ya nada nos asombra.

Y como no me gusta dejar por fuera a nadie pedí algunos escritos de compañeros para ser leídos en el programa y se ofrecieron Adelfa Martin (México); Oscar Durán (cubano-americano); Enrique Ríos Ferrer (España) y Jordi Díez (un español que vive en República dominicana).
Todos con unos textos emotivos, preciosos, sentidos, que leí con emoción para cerrar el programa de ese día inolvidable.

Quiero dar las gracias desde este rincón, mi mundo, a nuestro Freddy, por ser amigo, por ayudarnos a difundir nuestra obra, por hacer que nuestros sueños se conviertan en realidad.

¡Hasta la próxima, amigos!

martes, 13 de mayo de 2014

Berners-Lee, Zuckerberg, Bezos, Dorsey, ¿qué tienen en común con los escritores?

 El 12 de marzo del 2014 Internet cumplió 25 años. Un cuarto de siglo. Y gracias a su creador, el británico Tim Berners-lee, nosotros disfrutamos de uno de los inventos más útiles, al alcance de prácticamente todo el mundo. No podríamos imaginarnos hoy un mundo sin Internet.

Y como Tim Berners-Lee, existen otras personas emprendedoras que cambiaron la forma de ver el mundo; una de ellas es MarkZuckerberg, el inventor de Facebook, el portal más visto después de Google y otra, Jeff Bezos, el creador de Amazon, que empezó siendo una tienda online y hoy se ha convertido en la librería más grande del mundo.

¿Pero qué hizo a Amazon una referencia para los escritores? ¿Qué sucedió para que hoy en día el mundo editorial se haya visto removido en sus cimientos? ¿Por qué los escritores ya no nos preocupamos si no encontramos editorial o agente literario?

Porque desde que a Jeff Bezos se le ocurrió que sería un buen negocio poner su plataforma a disposición de los escritores, para que pudiéramos subir nuestros libros y ser leídos a través de su lector electrónico Kindle, muchos son los autores que han vistos sus sueños realizados. Publicar de manera digital o en papel no es más un problema. El problema es otro. ¿Cómo hacer para vender los libros? No bastaba con subirlos a Amazon. Diariamente se suben muchos libros, la plataforma cuenta con una biblioteca de más de diez millones de libros de todo tipo. ¿Cómo competir y lograr ser vistos?

Entonces los escritores pusieron sus ojos en Facebook. Ya no era solo un sitio donde encontrar amistades de la infancia, o reencontrarse con novios perdidos. Lo empezaron a utilizar como lugar de reunión con otros escritores. Se formaron grupos literarios en donde se daban la mano unos a otros y también se serruchaban el piso, hay que decirlo. Pero un universo de esa magnitud no podía dejar de tener sus hándicaps, a fin de cuentas, son más los beneficios, y cada cual escogió la mejor manera de hacer conocidos sus libros. Una plataforma donde se permite publicar imágenes, textos, fotos, vídeos… no aprovecharla sería inaudito, sin embargo donde yo creo que se consiguen más lectores es fuera de nuestro entorno familiar de amistades: Twitter.

Twitter también nació en esos años donde todo el mundo dejaba la universidad para dedicarse a hacer inventos en su garaje. Cuatro amigos trabajadores de Google fueron los inventores de Twitter, de los cuatro solo quedó uno fiel al invento e hizo bien, porque se volvió millonario:  Jack Dorsey.

No pudieron estar más equivocados cuando pensaron que el invento era tonto y no llegaría a tener más de 10.000 seguidores. Por ahora es el primer aliado de los autores independientes. El único sitio donde de manera gratuita podemos dar a conocer nuestras obras en todo el mundo, poniendo los enlaces, las fotos de las portadas, las imágenes que hagan falta y por si fuera poco, Amazon creó una manera de anexar sus ventas a los libros que se venden en su plataforma de manera automática. Cosas de Jeff, siempre tan práctico.

Hace diez años todo esto era imposible. Hoy los escritores debemos ser también promotores de nuestras obras, y la verdad, a mí me encanta. Nadie mejor que uno mismo para llegar a los lectores.  Las editoriales están claras en ese punto: “El autor debe formar parte activa de la promoción de su libro en las redes”, es lo que dicen. Y tienen toda la razón. Sería imposible que ellas se ocuparan de promover diariamente a cada uno de sus autores.

Sin embargo, no siempre un escritor tiene que estar frente al ordenador enviando mensajes de sus libros a diestro y siniestro. Una vez que se ha logrado penetrar en el mercado, o lo que es lo mismo: entrar al ansiado Top 100, se puede descansar.  Es un sitio en el que su obra estará visible para ser comprada por los millones de propietarios de un Kindle.

Lo que sí debe quedar claro es que un buen producto es más fácil de vender que uno mediocre o decididamente malo. Y es difícil que un amigo sea el juez. Creo que todos me entienden. Algunos libros tardan en arrancar pero llegan. Otros no llegan por fallas en la estrategia de promoción. Y están los que no llegan ni aunque los eleven con grúa.

Por desgracia es así. No todos los escritores tienen el bagaje para competir con los monstruos sagrados. Y en Amazon estamos compitiendo con lo más granado, quienes llegaron a ser famosos porque no podemos negarlo: escriben bien. Escriben como los dioses, su fama no es gratuita. No hablo de modas pasajeras, hablo de escritores como Ken Follet, Gabriel García Márquez, el discutible Paulo Coelho, Isabel Allende, John Grisham, Stephen King, Dan Brown... cada uno un genio en su estilo.

Así que, amigos: a ponerse las pilas. Hagamos de nuestros libros los mejores, que nadie diga que porque somos independientes nuestros libros son mediocres. Por fortuna he visto últimamente unos libros excelentes de autores indies, podría mencionar a José Vicente Alfaro, a RobertoLópez-Herrero, a Jordi Díez, a José Luis Palma, a Rafael R. Costa, a HebertoGamero a Peter Joshep, a Lucas Barrera, a Enrique Ríos Ferrer, a Federico Labandal, a Félix Jaime, Alicia González, Mián Ros, Fernando hidalgo… y así podría seguir. Y hay muchos más, pero no he leído a todos.  Son personas que he conocido a través de Facebook, jamás nos hemos visto la cara, exceptuando a Heberto Gamero porque vivimos en el mismo país, y es gracias a las redes sociales que he podido contactar con estas maravillosas personas, a quienes admiro y tengo especial afecto.

¿Qué otras cosas se pueden conseguir en las redes sociales?  Casi de todo. No puedo dejar fuera a mi especialísimo amigo Freddy Piedrahita. Un hombre excepcional que vive en San Francisco y que conocí a través de la escritora Isabel CristinaAcuña, cuando vi la entrevista que le hizo a ella y le pedí que me diera el contacto. Le dedicaré una entrada especial porque la merece.

¡Hasta la próxima, amigos!
 Blanca Miosi

domingo, 4 de mayo de 2014

Respondiendo preguntas: ¿Por qué Twitter no funciona para mí?

Hay varios motivos por los que una novela no ingresa a las listas. Antes que nada debemos tener en cuenta que los libros tienen un comportamiento similar sea que estén publicados en papel o en versión digital; si gusta, lo recomiendan. Es lo que se llama “el boca/oreja”.

Pero también pueden existir otros motivos:

1.      El título no dice mucho, no llama la atención.
2.      La sinopsis es demasiado larga y explicativa. (Algunas personas no las leen y si lo hacen pueden saltarse la parte más interesante)
3.      La portada carece de atractivo.
4.      Mencionar en la sinopsis que el libro es similar a otro de algún autor archiconocido. A nadie le gusta leer copias o libros con argumentos similares a otros.
5.      La promoción no es lo suficientemente contundente.

Y aquí empiezo con la mayor falla que aqueja a los autores. ¿Qué es una promoción contundente? Es la que convence al lector de que está adquiriendo una buena novela. Pero no es al autor a quien le tocará recomendarla. Yo nunca recomiendo mis propias novelas, jamás se me ocurriría poner: “Lee LA BÚSQUEDA, una de las mejores novelas de todos los tiempos”, o “LA BÚSQUEDA, una novela trepidante, que te mantendrá en vilo de principio a fin”.

Ese tipo de aseveraciones dan lugar a rechazo, está bien si son otros quienes recomiendan la novela, pero el autor debe limitarse a enunciarla, es decir, exponer en forma breve el contenido. Por ejemplo, algunos de mis eslóganes son: “LA BÚSQUEDA ¿Cuándo fue la última vez que una novela te hizo sufrir y reír? Una vida, una historia”; o: “EL MANUSCRITO II ¿Por qué Giulio Clovio escondería el mensaje en un diminuto reloj?”. No califico mi propia obra, hacerlo me restaría autoridad, igual que cuando me preguntan en alguna entrevista acerca de mi novela, no se me ocurriría decir que es muy buena, simplemente digo de qué se trata y será el lector quien elija comprarla o no.

Pero yendo más allá, cuando se trata de promocionarla se debe ser consecuente, sistemático, y sobre todo corresponder con quienes son nuestros aliados, porque a nadie le gusta promocionar sin recibir feedback o respuesta, en este caso, más que un “gracias” se trata de hacer lo mismo por el otro.

La cantidad de seguidores influye mucho a la hora de regar nuestras promociones, si nos limitamos a un número determinado, la noticia de nuestras novelas también se limitarán a ese número de personas que recibirán siempre el mismo mensaje. Nuestro deber es hacer que el libro se conozca en todos los rincones del mundo, de manera que seguir a otros de manera estratégica es importante. Cuando digo “de manera estratégica” me refiero a seguir a escritores cuya trayectoria sea exitosa, para que sus seguidores vean nuestras promociones, y de esa manera ir agrandando el número de seguidores que tenemos. Y no se trata simplemente de seguirlos, sino de investigar su obra, leer la muestra, elaborar un Tweet y lanzarlo, los resultados son sorprendentes.

Si con todo esto no has logrado alcanzar un mínimo de ventas deseable, es hora de que hagas una profunda revisión de tu novela. ¿Qué es lo que falla? ¿A qué público va dirigido? Tal vez es cuestión de que redirecciones las categorías: Aventura, Thriller, Histórica, etc. O quizá tu tipo de literatura no sea comercial, los ensayos y cuentos no son los que más se venden pero cuando lo hacen, su público es más selectivo.

También es probable que el tema sea muy bueno, pero que no termine de convencer, que el final tenga flecos, que no dejen un mensaje claro, no porque sea un final abierto, que los hay y son muy buenos, sino porque quede la idea en el aire de que el autor estuvo jugando con el lector y no dejó en claro por qué. Lo más probable sin embargo es que falte una corrección de estilo, que haga que la lectura no se estandarice con el nivel de las buenas novelas por carecer de una puntuación adecuada o de la manera como se acostumbra exponer las ideas: con lógica y cuidando la gramática, sin excesos de adjetivos calificativos, o por el contrario, que tenga exceso de escenas repetitivas o diálogos reiterativos. También es posible en el caso de los cuentos, que el “tono” sea demasiado parejo, muy parecido en todos los relatos, eso llega a aburrir.

Creo que un libro cual sea el tema que trate, debe ser entretenido. Reconozco que los temas de mis libros (excepto “La búsqueda” que es una novela basada en la vida real de una persona muy cercana a mí), son libros de aventuras, en donde abundan puntos de giro que hacen que no decaiga el interés, tal vez sea el motivo por el que se vendan tan bien. Al fin y al cabo fui lectora toda mi vida antes empezar a escribir de hace diez años, y me encantaban los libros de aventuras, quizá sea por ello que siento debilidad por ese tipo de escritura. Sé que no me ganaré ningún premio o el Nobel de Literatura, pero ¡cómo me divierto escribiendo!

Espero que haya podido aclarar las dudas que me plantean: al final creo que lo que se vende es un producto bueno, bien cuidado y de precio accesible. Lo demás es accesorio.

¡Hasta la próxima, amigos!
Blanca Miosi