Hace dos años...
Hace dos años, cuando aún no había publicado mi primera novela, no sabía a lo que me enfrentaba. Hasta ese momento mi única preocupación consistía en escribir. Había empezado ocho años atrás sin intenciones de publicar, como pienso que lo debe hacer la mayoría de aficionados. Mi novela El pacto fue una coedición regalo de mi esposo, pues según él la novela le había encantado, y al ver un anuncio en una revista: «¿Quiere publicar su manuscrito?» Pensó que sería buena idea ver mi novela en forma de libro.
Después de aquella experiencia y de varias novelas escritas, empecé a averiguar, y comprendí que para ser considerada una escritora debía pasar por la criba de una editorial regular, de aquellas que no cobran por editar. Consulté el directorio telefónico y me fijé en la Editorial Alfaguara; quedaba cerca de mi lugar de trabajo y más por ese motivo que por cualquier otro les llevé mi segunda novela: «La búsqueda».
Casi un mes después llamé por teléfono y la Directora de Publicaciones para Adultos dijo que deseaba hablar conmigo. Fui a la hora acordada con toda la ilusión del mundo, y en efecto, me atendió con gentileza, fue tan amable, que me dijo que mi novela les había interesado, pero que necesitaba que le hiciera algunos arreglos:
«Blanca, la historia es muy interesante, y voy a hacer algo que no se acostumbra: te entrego la carta de los evaluadores (que fueron dos); sé que es un poco contradictoria, pero léela y toma en cuenta sus indicaciones, pues valen la pena».
¿Y cuáles fueron aquellas sugerencias?
Básicamente la carta decía que la novela era interesante desde el principio hasta el final, pero que la autora (o sea yo), carecía del conocimiento de la lengua castellana. Que parecía que la novela hubiera sido escrita por una persona cuya lengua materna no era el español, que abusaba de la falta de sintaxis, y que algunas ideas carecían de concordancia. La carta también se refería a que yo era una narradora omnisciente, que todo lo sabía, que todo lo explicaba, y que el libro estaba plagado de mis opiniones. Sin embargo, que si lograba corregir estos errores, ellos se inclinaban por aconsejar su publicación, porque la historia era original, convincente y comercial.
Como podrán suponer, yo me sentía entre el cielo y la tierra. De aquello hace ya cinco años.
Me propuse cultivarme. Debía aprender a escribir, a expresar exactamente lo que deseaba que el lector comprendiera, a dejar de explicar todo como si lo que yo escribiese estuviera dirigido a un público retrasado mental. Comprendí que existe una técnica, y que sin ella, tendría muy poca, por no decir ninguna posibilidad de publicar. Así, rescribí la novela tres veces. En la última adopté el modo de primera persona, porque me pareció que podría darle mayor contundencia al personaje principal.
Soy una persona que trabaja tiempo completo, la escritura para mí era y sigue siendo una pasión, pero al fin y al cabo un hobby. No vivo de ella y creo que estoy lejos de hacerlo, de manera que asistir a cursos literarios era para mí bastante dificultoso, además de oneroso.
Indagué en Internet y encontré esos sitios maravillosos llamados Foros Literarios. Recuerdo que llegué a Bibliotecas Virtuales y me di con la sorpresa de saber que había muchos otros que al igual que yo, estaban en el mismo camino y con las mismas inquietudes, aunque reconozco que mis conocimientos eran inferiores. Empecé a escribir cuentos, para poder participar y ser comentada por aquellos que más sabían, y fue así que aprendí a “leer”.
Ya he comentado en anteriores entradas que fue gracias a una persona que conocí en Bibliotecas Virtuales, que accedió a leer la última versión de mi manuscrito que logré aprender a escribir con cierta propiedad. Fue un año dedicado a la corrección de La búsqueda, un trabajo arduo en todo sentido, pero al mismo tiempo placentero, pues poco a poco veía que mi novela cobraba forma, empezaba a tener estilo, sus páginas se iban embelleciendo, al tiempo que yo iba creciendo como escritora.
Al finalizar, sabía mucho más acerca del mundo editorial. En Venezuela hay varias representantes de editoriales conocidas, como Ediciones B, Alfaguara, Norma, Planeta, pero el mercado es exiguo. Fue el motivo por el que decidí incursionar en el mercado español. No me arrepiento haberlo hecho, pues para cualquier escritor empezar en España es todo un reto.
Todo fue relativamente sencillo: Presenté la novela a Editorial Roca en abril de 2007 y en un lapso de quince días tenía respuesta afirmativa. Finalmente La búsqueda se publicó en enero de 2008.
Durante los años 2007 y 2008 corregí mi siguiente novela: El legado. Ya tenía las herramientas necesarias para hacerlo; había aprendido con La búsqueda, y sabía, además, que debía hacer un esfuerzo por superarla. No sé si lo logré, pero creo que el resultado fue bastante atractivo, pues conseguí que me representase una agencia literaria. Gracias a ella El legado está actualmente en librerías, editada por la Editorial Viceversa, y ambas novelas en camino a la Feria del Libro de Francfort, en busca de otras oportunidades. No quiero hacerme muchas expectativas, pues sé que la competencia es muy dura, y yo apenas estoy incursionando en el mundo editorial. Y como siempre digo: un paso a la vez, pero en la dirección correcta.
¿Por qué he dedicado esta entrada a mis inicios?
Desde que incursiono en Internet, y más ahora que llevo este blog, he conocido a personas maravillosas, que como yo, tienen deseos de publicar. Algunos ya lo han hecho; otros están en camino de hacerlo, pero también hay quienes encuentran más escollos, y a veces hasta percibo cierto desánimo en sus palabras. Para estos últimos va lo siguiente:
Publicar no es imposible. Solo hay que tomar en cuenta tres puntos:
Tener una historia original, esté o no en boga. Me refiero a que algunos escritores temen ser repetitivos porque están en el mercado muchos temas similares al que han escrito. Siempre se puede escribir desde otro punto de vista. Si yo hubiese pensado que ya se ha hablado demasiado de los campos de concentración nazis, jamás hubiese escrito La búsqueda. Se debe creer en lo que se escribe, y buscar la manera más original de hacerlo.
Escribir es un placer. Creo que es un error hacerlo pensando en publicar. Se debe entregar el alma en la obra que estemos haciendo, que cada línea, que cada diálogo, signifique para nosotros una parte de nuestra vida. El que no se emociona cuando escribe, no lo está haciendo a conciencia.
Y el punto más importante: Aprender la técnica. Sin ella no tenemos nada. Se puede escribir una novela de cuatrocientas páginas en cinco meses, pero para que sea digna de ser publicada, el proceso de corrección debe durar el tiempo necesario hasta que nos sintamos convencidos de que la obra esté lista.
Es el respeto que le debemos a las editoriales que arriesgarán su tiempo y dinero en apostar por nosotros, porque con la publicación no termina todo. A partir de allí empieza una etapa en la que entran en juego otros factores que escapan a nuestro esfuerzo. Como me dijo sabiamente mi querida amiga Maribel Romero: “Las obras comienzan a caminar en el mismo instante que pisan una librería, y encuentran su espacio y saben defenderse solas.”
Espero que mis libros contengan un poco de la sangre que corre por mis venas y sepan por alguno de mis ancestros algo de Jiu-Jiutso, para que puedan defenderse.
Y también que esta entrada haya servido de inspiración para los que deseen ir tras su sueño de publicar: es posible, y si yo lo hice, con mayor razón, ustedes también pueden.
B. Miosi
Después de aquella experiencia y de varias novelas escritas, empecé a averiguar, y comprendí que para ser considerada una escritora debía pasar por la criba de una editorial regular, de aquellas que no cobran por editar. Consulté el directorio telefónico y me fijé en la Editorial Alfaguara; quedaba cerca de mi lugar de trabajo y más por ese motivo que por cualquier otro les llevé mi segunda novela: «La búsqueda».
Casi un mes después llamé por teléfono y la Directora de Publicaciones para Adultos dijo que deseaba hablar conmigo. Fui a la hora acordada con toda la ilusión del mundo, y en efecto, me atendió con gentileza, fue tan amable, que me dijo que mi novela les había interesado, pero que necesitaba que le hiciera algunos arreglos:
«Blanca, la historia es muy interesante, y voy a hacer algo que no se acostumbra: te entrego la carta de los evaluadores (que fueron dos); sé que es un poco contradictoria, pero léela y toma en cuenta sus indicaciones, pues valen la pena».
¿Y cuáles fueron aquellas sugerencias?
Básicamente la carta decía que la novela era interesante desde el principio hasta el final, pero que la autora (o sea yo), carecía del conocimiento de la lengua castellana. Que parecía que la novela hubiera sido escrita por una persona cuya lengua materna no era el español, que abusaba de la falta de sintaxis, y que algunas ideas carecían de concordancia. La carta también se refería a que yo era una narradora omnisciente, que todo lo sabía, que todo lo explicaba, y que el libro estaba plagado de mis opiniones. Sin embargo, que si lograba corregir estos errores, ellos se inclinaban por aconsejar su publicación, porque la historia era original, convincente y comercial.
Como podrán suponer, yo me sentía entre el cielo y la tierra. De aquello hace ya cinco años.
Me propuse cultivarme. Debía aprender a escribir, a expresar exactamente lo que deseaba que el lector comprendiera, a dejar de explicar todo como si lo que yo escribiese estuviera dirigido a un público retrasado mental. Comprendí que existe una técnica, y que sin ella, tendría muy poca, por no decir ninguna posibilidad de publicar. Así, rescribí la novela tres veces. En la última adopté el modo de primera persona, porque me pareció que podría darle mayor contundencia al personaje principal.
Soy una persona que trabaja tiempo completo, la escritura para mí era y sigue siendo una pasión, pero al fin y al cabo un hobby. No vivo de ella y creo que estoy lejos de hacerlo, de manera que asistir a cursos literarios era para mí bastante dificultoso, además de oneroso.
Indagué en Internet y encontré esos sitios maravillosos llamados Foros Literarios. Recuerdo que llegué a Bibliotecas Virtuales y me di con la sorpresa de saber que había muchos otros que al igual que yo, estaban en el mismo camino y con las mismas inquietudes, aunque reconozco que mis conocimientos eran inferiores. Empecé a escribir cuentos, para poder participar y ser comentada por aquellos que más sabían, y fue así que aprendí a “leer”.
Ya he comentado en anteriores entradas que fue gracias a una persona que conocí en Bibliotecas Virtuales, que accedió a leer la última versión de mi manuscrito que logré aprender a escribir con cierta propiedad. Fue un año dedicado a la corrección de La búsqueda, un trabajo arduo en todo sentido, pero al mismo tiempo placentero, pues poco a poco veía que mi novela cobraba forma, empezaba a tener estilo, sus páginas se iban embelleciendo, al tiempo que yo iba creciendo como escritora.
Al finalizar, sabía mucho más acerca del mundo editorial. En Venezuela hay varias representantes de editoriales conocidas, como Ediciones B, Alfaguara, Norma, Planeta, pero el mercado es exiguo. Fue el motivo por el que decidí incursionar en el mercado español. No me arrepiento haberlo hecho, pues para cualquier escritor empezar en España es todo un reto.
Todo fue relativamente sencillo: Presenté la novela a Editorial Roca en abril de 2007 y en un lapso de quince días tenía respuesta afirmativa. Finalmente La búsqueda se publicó en enero de 2008.
Durante los años 2007 y 2008 corregí mi siguiente novela: El legado. Ya tenía las herramientas necesarias para hacerlo; había aprendido con La búsqueda, y sabía, además, que debía hacer un esfuerzo por superarla. No sé si lo logré, pero creo que el resultado fue bastante atractivo, pues conseguí que me representase una agencia literaria. Gracias a ella El legado está actualmente en librerías, editada por la Editorial Viceversa, y ambas novelas en camino a la Feria del Libro de Francfort, en busca de otras oportunidades. No quiero hacerme muchas expectativas, pues sé que la competencia es muy dura, y yo apenas estoy incursionando en el mundo editorial. Y como siempre digo: un paso a la vez, pero en la dirección correcta.
¿Por qué he dedicado esta entrada a mis inicios?
Desde que incursiono en Internet, y más ahora que llevo este blog, he conocido a personas maravillosas, que como yo, tienen deseos de publicar. Algunos ya lo han hecho; otros están en camino de hacerlo, pero también hay quienes encuentran más escollos, y a veces hasta percibo cierto desánimo en sus palabras. Para estos últimos va lo siguiente:
Publicar no es imposible. Solo hay que tomar en cuenta tres puntos:
Tener una historia original, esté o no en boga. Me refiero a que algunos escritores temen ser repetitivos porque están en el mercado muchos temas similares al que han escrito. Siempre se puede escribir desde otro punto de vista. Si yo hubiese pensado que ya se ha hablado demasiado de los campos de concentración nazis, jamás hubiese escrito La búsqueda. Se debe creer en lo que se escribe, y buscar la manera más original de hacerlo.
Escribir es un placer. Creo que es un error hacerlo pensando en publicar. Se debe entregar el alma en la obra que estemos haciendo, que cada línea, que cada diálogo, signifique para nosotros una parte de nuestra vida. El que no se emociona cuando escribe, no lo está haciendo a conciencia.
Y el punto más importante: Aprender la técnica. Sin ella no tenemos nada. Se puede escribir una novela de cuatrocientas páginas en cinco meses, pero para que sea digna de ser publicada, el proceso de corrección debe durar el tiempo necesario hasta que nos sintamos convencidos de que la obra esté lista.
Es el respeto que le debemos a las editoriales que arriesgarán su tiempo y dinero en apostar por nosotros, porque con la publicación no termina todo. A partir de allí empieza una etapa en la que entran en juego otros factores que escapan a nuestro esfuerzo. Como me dijo sabiamente mi querida amiga Maribel Romero: “Las obras comienzan a caminar en el mismo instante que pisan una librería, y encuentran su espacio y saben defenderse solas.”
Espero que mis libros contengan un poco de la sangre que corre por mis venas y sepan por alguno de mis ancestros algo de Jiu-Jiutso, para que puedan defenderse.
Y también que esta entrada haya servido de inspiración para los que deseen ir tras su sueño de publicar: es posible, y si yo lo hice, con mayor razón, ustedes también pueden.
B. Miosi
Blanca:
ResponderEliminarQué bien describes ese proceso tan largo de formación para los escritores. Tuviste mucha suerte al poder recibir el feedback de dos lectores profesionales: a veces no somos capaces de identificar los fallos en la escritura, pero en cuanto nos dan pistas... Mira lo bien que te ha ido. Y me alegro, porque tu ejemplo es el de alguien que está donde está porque se lo merece, porque ha trabajado.
Fue un año dedicado a la corrección de La búsqueda, un trabajo arduo en todo sentido, pero al mismo tiempo placentero, pues poco a poco veía que mi novela cobraba forma, empezaba a tener estilo, sus páginas se iban embelleciendo, al tiempo que yo iba creciendo como escritora.
Supongo que eso es lo que todos queremos al final: satisfacción por lo logrado, disfrute por lo escrito. Con tiempo, claro.
Enhorabuena, Blanca.
Blanca, efectivamente el proceso de escribir es de dulce y agraz. Primero como dices, hay que saber aceptar tus fallas y corregirlas ocupando la técnica. Eso lleva tiempo, pero si tienes a alguien generoso que te ayude, el proceso se facilita mucho.
ResponderEliminarSin embargo, en el ínterin debes escribir y escribir, y leer de forma diferente, como señalas.
Me gustó tu acertado escrito, enhorabuena.
Cariños
Venator
Querida Blanca, como ya imaginas me siento muy identificado con esta entrada (bueno, excepto en lo de publicar, yo aún no he llegado a ese punto).
ResponderEliminarLo que dices de la técnica es fundamental, y el apoyo de otros escritores más experimentados es esencial. Yo siempre te estaré agradecido por todos los consejos que me has dado, y animo desde aquí a otros autores noveles a que interactuen con otros colegas, y que no rechacen sistematicamente los consejos de los que saben más.
Así es como se aprende, puedo atestiguarlo.
Un abrazo, amiga, y a todos tus visitantes.
Recuerdo que mi padre que era un devorador de libros siempre decía que un libro no es sólo una historia plasmada en folios. Hablaba de esa maestría que uno debe "aprender". Tu entrada de hoy es genial para los que quieran seguir ese camino. Lo describes con realismo...tiene que haber esfuerzo y técnica....El que algo quiere algo le cuesta, que dicen. besos Blanca
ResponderEliminarAmiga, desde que nos conocimos en el 2004, guardo en mi ser, admiración y respeto hacia ti.
ResponderEliminarTu ejemplo es estandarte de constancia y superación.
Supiste escuchar—clave del éxito—; ahora tienes los frutos.
Un beso,
Daniel DC
Pues sí, yo también me siento identificada con lo que dices, pero en mi caso, es porque yo había tirado la toalla. Me di por vencida pensando que mi novela no tenía arreglo, pero tú me has dado nuevos ánimos y buenos consejos por lo que voy a retomarla, no para que se publique (que… ¿Por qué no?) lo voy a hacer por satisfacción personal.
ResponderEliminarBesos. Gracias por todo, amiga.
Qué hermosa y sabia entrada, Blanca. Ejemplos como el tuyo sirven para que algunos como yo recordemos que lo más importante para alguien que empieza es la humildad. Todo lo que has dicho es para enmarcarlo en la pared como recetario para un novel.
ResponderEliminarCreo que ha sido muy generoso por tu parte demostrar lo duro que fue "tallar" tus libros. Con lo que acabas de comentar demuestras lo grande que eres.
Un fuerte abrazo.
Por cierto, que se me olvidaba, ¿Jiu-jitsu? ¿Tienes ascendencia japonesa? ¡La leche!
ResponderEliminarMucha generosidad la tuya al compartir tu experiencia pesonal de una manera tan desinteresada, seguramente que muchos aprovecharán estas herramientas para crecer como escritores.
ResponderEliminarUn saludo.
Querida Blanca, tengo que expresarte mi admiración, no sólo como escritora sino como persona. No sólo te esfuerzas en hacerlo tú bien, en quere aprender, mejorar, llegar a los lectores sino que además te preocupas por que los demás también lo consigan. Te mereces lo mejor, amiga.
ResponderEliminarTambién quiero agradecerte la página que me recomendaste para leer los cuentos. La guardaré también para el blog del cole.
Un abrazo grande
Conchi Moral
Muchas gracias por tus ánimos, Blanca, yo me temo que pertenezco al tercer grupo, pero ahí sigo, intentándolo y, sobre todo, sin dejar de escribir. Trato de no agobiarme con la idea y ¿quién sabe? el día menos pensado puede saltar la liebre. Por si acaso tengo las manos preparadas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Blanca. Esta entrada llega a mí como agua de Mayo, precisa, en el momento oportuno. Pues llevo demasiados días, semanas tal vez, con el desánimo llagando mis ilusiones. Gracias por estar ahí y por tus obras, una gran inspiración ya de por sí para todos aquellos que queremos llegar a algún sitio en la literatura. Besos y un fortísimo abrazo.
ResponderEliminar¡Que entrada tan bonita!
ResponderEliminarLo importante es aprender, siempre. Me alegra mucho que consiguieses tu sueño.
Un beso.
Qué preciosa entrada, Blanca. Yo también he tenido un informe de esos en las manos y sí es cierto que te hace sentir entre dos tierras, pero te hace avanzar y aprender. Enhorabuena por éstos dos años de disfrute con la escritura y por tus éxitos, que serán más.
ResponderEliminarAbrazos.
Blanca, me encantó esta entrada!!!! Como cuentas como fueron tu inicios. Que difícil debe haber sido leer esas dos cartas... pero lo bueno es que aprendiste de eso y te capacitaste.
ResponderEliminarAlgún día me gustaría escribir un libro de cuentos así que me sirvieron muchisimo tus consejos.
Un beso grande Blanca!!!
Me uno a los halagos, querida Blanca. Maravillosa entrada que nos llega a todos al alma, dando en la diana del duro camino que hay que trazar para todos los que amamos la literatura.
ResponderEliminarTú lo conseguiste, con trabajo, esfuerzo y sacrificio, y eres un punto de referencia para todos nosotros. Además, tus inestimables consejos y ánimos en los momentos más difíciles nos hacen superar el día a día, sabiendo que de ese modo la cuesta arriba de ese camino que queremos seguir se suavizará un poco.
Gracias de nuevo, Blanca, por todo.
Un abrazo.
Blanca, es muy de agradecer que nos hagas partícipes de todos tus pasos literarios. No es común que una escritora que ya ha publicado vuelva la vista atrás y recuerde sus inicios y reconozca que hubo un tiempo en el que "aún no sabía escribir bien". Es muy de agradecer y habla mucho de ti y de la clase de persona que eres.
ResponderEliminarEs una entrada fantástica para levantar ánimos decaídos, con sabios consejos y mucha fuerza literaria.
Gracias (y gracias también por citarme).
Un fuerte abrazo.
No debemos perder la perpectiva de quienes somos y donde estamos. Sólo los más grandes alcanzan la cima de la montaña... podemos elegir sus senderos, incluso llevar algunos sherpas, pero la cumbre está fuera de nuestro alcance. E incluso desde nuestra altura podemos permitirnos dar consejos cuando no hemos ni alcanzado la mitad de la escalada. Escribir es un ejercicio constante. Donde desde nuestra vida no da pie a las criticas que creemos sobran. Sólo existe la montaña y seguir escalandola. Escalar, y escalar, sin que las avalanchas de nuestros y vuestros egos, nos tumben. Hace muchos años años un hombre sabio me dijo: Trabaje, joven, trabaje, que ni después de veinte libros el ego le sonroje... ni el consejo del más sabio de los hombre le turbe. Un saludo.
ResponderEliminarNatts, Venator, Javier, Winnie, Daniel, MJesus, Devoust, Dean, conchi, Jesús F., Victor, Vero, Martha, Carla, Armando, Maribel,
ResponderEliminarMuchísimas gracias por sus palabras, disculpen que no les conteste individualmente, pero en estos días ando casi sin tiempo, quise enfatizar con esta entrada que lo importante es trabajar duro, aprender cada día y no darse por vencidos.
Angus: Muchas gracias por tus sabios consejos, trataré de seguirlos. Sólo quería demostrar que fijándose una meta y trabajando en pos de ella, se logran resultados.
A todos: Un enorme abrazo.
Blanca
Hola Blanca,
ResponderEliminarGracias por compartir esos primeros pasos y ese proceso con nosotros. Creo que eres un ejemplo a seguir, una persona que lucha por lo que quiere y no se rinde. Te admiro muchísimo y creo que ayudas e inspiras a muchos escritores que como yo, empiezan. Sobre lo que dices de los tres puntos, creo que si lo aplico a mi novela los dos primeros los cumplo (es original y disfruto con lo que escribo sin pretensiones) pero reconozco que por lo que hace a la técnica me falta mucho por aprender, que suerte tuviste de tener a gente cerca que te enseñara!
Muchas gracias por compartir esos consejos con nosotros Blanca. Yo estoy segura de que algún día llegarás a vivir de la literatura y no será tan solo una afición.
Un gran abrazo
Una actitud admirable la tuya que está dando sus frutos.
ResponderEliminarGracias por compartir tu experiencia con nosotr@s, nos puede ayudar a much@s.
Besos guapa.
¡Enhorabuena por esos dos años Blanca!
ResponderEliminarCreo que te he leido (en pequeños cuentos e historias) desde el principio de ese proceso que relatas, y desde siempre he admirado tu forma de escribir y expresarte; además de esa magnífica imaginación que da lugar a esas maravillosas historias; y me alegro muchísimo del éxito de tus últimas novelas en las que, como sabes, te sigo leyendo y admirando. Así que, no me queda sino animarte a que continúes ese camino; escribe como tú sabes; no te dejes agobiar por editores... escribe lo que quieras y cuando quieras; yo estaré al otro lado para leerte muchos años más.
¡Enhorabuena Blanca!
Gracias Blanca por tu visita!!!
ResponderEliminarNosotros no somos escritores, pero disfrutamos de leer talentos como el tuyo, y ver cómo es el paso a paso hasta llegar a la publicación!!!
Te dejo muchos besos!!!!
Paula
Estimada Blanca,
ResponderEliminarEs un placer leerte, aprendo siempre contigo.
MIGUEL
Cristina, qué palabras tan lindas, sé que llegarás a publicar, además, ya empezaste con Mallorca Fantástica, ¿no? Si ves que necesitas ayuda pídela. Te sorprendería saber cuántos están dispuestos a enseñar.
ResponderEliminarBesos!
Lolita, gracias por tu comentario. Creo que muy pronto también veremos tus frutos, estoy ansiosa porque llegue ese día!
ResponderEliminarBesos!
Un placer tenerte por aquí Pepe, y te agradezco leer mis libros y tus palabras de apoyo. !al menos sé que tengo un lector fiel en el mundo!, ja, ja, espero que hagas honor a tu palabra.
ResponderEliminarMuchas gracias, amigo!
Besos,
Paula: Me encantó tu Fantasma de la Öpera!
ResponderEliminarMiguel: Muchas gracias por tu visita!
Besos!
Hola Blanca,
ResponderEliminarEstupenda y sabia entrada. Sabes como compartir tu experiencia a quien pueda interesarle publicar, me ha parecido muy acertado que nos cuentes tus primeros pasos, seguro que ha sido una inyección de ánimo a aquellos que quieren publicar y lo ven como algo imposible.
Suerte
Besos
Bueno, lo que conozco sí tiene sangre que, imagino, corre por tus venas.
ResponderEliminarTe falta decir que nunca se confíe en la suerte; sólo hay una forma de hacer las cosas: hacerlas bien, y asegurarse de ello. Con suerte no se tiene mérito.
No tengo interés en publicar, porque no lo tengo en corregir, así que espero no lean este post la gente que me rodea.
Un besazo,
Fantástico artículo. Siempre es interesante saber de los inicios de un autor y sus tribulaciones.
ResponderEliminarUn abrazo
Nelo
Super interesante tu entrada Blanca, me gustó y me ayudó, gracias. Un beso enorme
ResponderEliminarMarien: Gracias por tu visita.
ResponderEliminarTito: Creo que la suerte también tiene algo que ver en todo. Pero por supuesto, el esfuerzo no se puede dejar de lado.
Nelo, todos hemos empezado de alguna forma, estoy segura de que cada uno tiene una historia que contar.
Andrea: Gracias por dejar tu aporte.
Besos!
Querida Blanca, ya conocía esta historia, pero no me deja de emocionar leerla de nuevo. Darla a conocer en tu blog, por si con ella puedes ayudar (y animar) a otros de que sí pueden llegar a publicar, que no es imposible, dice mucho de cómo eres como persona. También me siento identificada contigo en el punto referente a Bibliotecas Virtuales. Cuando entré allí y colgué un relato, pensé que sería el primero y el último que escribiría, pero no, lo que me encontré fue con una gente estupenda que conocían bien lo que hacían y ayudaban y animaban a seguir a otros, entre los que ya te encontrabas tú. Sabes que yo solo escribo por afición, aunque alguna vez se me ha pasado por la cabeza si algún día podría publicar, como un sueño, porque no sé si tendría valía lo que escribo y la paciencia de escribir tantas páginas, la verdad. Pero el caso es que leyéndote esta entrada hasta me animas a soñarlo. Compartir todo el proceso, el camino que has seguido hasta publicar es inspirador e incita a imitarte. No todos los autores llegados a este punto del camino en el que ya te encuentras, amiga, recuerdan los comienzos y reconocen por todos los pasos, algunos frustrantes, que han tenido que andar. Todo lo que te está pasando te lo mereces, y estoy segura que esto solo es el principio.
ResponderEliminarUn beso grande,
Margarita
Querida Margarita, qué placer tenerte por mi blog, al contar mi experiencia quería dar a conocer que con un poco de esfuerzo y enfocándose en lo importante, se puede conseguir la tan ansiada publicación.
ResponderEliminarCreo que lo importante es no desperdigarse en tantos sitios que nos ofrece internet. Por desgracia, la tentación es muy grande, y me temo que muchos escritores pasan más horas navegando que escribiendo, y cuando se es principiante como yo, es necesario dedicar un par de horas como mínimo a la escritura, tengamos o no deseos, estemos inspirados o no, debemos hacerlo una costumbre, como cepillarnos los dientes después de las comidas.
Ojalá pudieras publicar tus cuentos, amiga, son preciosos, y acompañados por tus fotos, que son de concurso, sería fantástico!
Muchos besos, Margarita!
Blanca
Es así, Blanca, paso a paso. Pero siempre creyendo en lo que uno hace, y sabiendo que se puede hacer mejor.
ResponderEliminarCoincido además en que escribir (ese acto mágico y apasionado que es la escritura) está por encima de publicar. Y que, de conseguir esto último, las cosas no terminan ahí, sino que recién empiezan.
Un abrazo,
Alejandro.
Hola, Blanca: sin duda, un artículo esperanzador y desde la sencillez que te caracteriza, ofreciendo tu experiencia con quienes comparten contigo la misma pasión de escribir.
ResponderEliminarPoco me queda por añadir a lo que ya te han dicho los compañeros, cuyas palabras suscribo.
Personalmente, me ha servido, me ha dado gusto leerte y te agradezco este gesto de generosidad.
Un abrazo grande.
Muchas gracias, Turkesa de mi corazón. Tú mejor que nadie sabes el camino que he seguido. No es un gesto de generosidad, es compañerismo, es amistad.
ResponderEliminarUn beso, compañera!
Blanca
No es la primera vez que leo tu historia, Blanca, pero nunca tan bien contada.
ResponderEliminarEs una entrada excelente, y desde todo punto de vista.
Leerla, una hermosa forma de iniciar la semana.
Besos!
Esther
Me ha encantado ese recorrido tuyo, Blanca. Es encomiable el tesón que has puesto en tu carrera, y te admiro y respeto por ello. Yo aborrezco las correcciones, profundamente. Pero sé que es un escollo a superar. Poco a poco, espero, iré captando el placer que de ello se deriva. Seguro que tus comentarios me ayudarán.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, también, que aludas al respeto que el escritor ha de tener por las editoriales. Esa reflexión tan generosia resulta casi inaudita.
Un abrazo.
P.S.- Mucha suerte con tus novelas. La mereces.
Gracias, Gervasio por decirme palabras tan amables.
ResponderEliminarA las editoriales siempre las respetaré, pues ellas me apoyaron y creyeron en mí, una absoluta desconocida.
Besos!
Blanca