INNOVADORES
Siempre me he preguntado qué hace a un escritor inolvidable. Una obra inmortal, sin duda. Así como a Alejandro Dumas se le recordará eternamente por “Los tres mosqueteros”, a Gabriel García Márquez por “Cien años de soledad” o a Miguel de Cervantes Saavedra por “Don Quijote de la Mancha”, también serán recordados con toda seguridad J.C. Rowland por “Harry Potter” y su saga, o Dan Brown por “El código Da Vinci”. Dos escritores contemporáneos que marcaron pauta, cada uno en su estilo.
¿Qué podrían tener en común todos ellos para que sus novelas generasen opiniones tan diversas, y al mismo tiempo fuesen tan leídas? Creo que es: originalidad. Ellos no siguieron una moda o un estilo. Fueron creadores de una corriente.
Alejandro Dumas inició una generación de novelas históricas, donde la verdad se mezclaba con la fantasía, y lo hacía de manera tan magistral que logró captar la atención de millones de lectores. Gabriel García Márquez instauró la era del realismo mágico, precedida por otros muchos años antes, pero que él supo plasmar de manera inolvidable e irrepetible en su obra cumbre. Cervantes rompió los cánones de una época en la que las historias de caballeros saturaban la literatura, haciendo de su Don Quijote un caballero de triste figura, un ser humano que satirizó a los de brillante armadura. J.C. Rowland hizo de un niño, un aprendiz de mago, no la víctima de alguna bruja, y con él devolvió a inmensa cantidad de niños la sana costumbre de la lectura. Y el inefable Dan Brown y su famoso códice, fue el genio innovador de una corriente de novelas cuyos autores no podían más que hacernos ver maquinaciones extrañas en cuanta logia o religión existiese, tratando de llegar a una supuesta búsqueda del Santo Grial por medio de llaves, códigos, palabras cruzadas, exagramas, misterios, que no se puede negar, han tenido bastante éxito.
Claro, también están los que consideran a Dumas un escritor de folletín, a G. G. Márquez un escritor que aparte de su Cien años de soledad, las otras obras no fueron tan buenas, que la Rowland no tiene otra cosa en la cabeza que un niño que ya no da para más, y que Cervantes y su Quijote es en extremo aburrido, algunos dirán que incomible, (que lo he escuchado) pero que pocos se atreven a decirlo en voz alta por no pasar por ignorantes. Y qué decir de Dan Brown. Tiene tantos admiradores como detractores. Se convirtió en el origen de discusiones interminables.
Sin embargo, estoy segura de que todos ellos, sin excepción fueron y son escritores que hicieron uso al máximo de su imaginación, a los que no le dio pereza ponerse a escribir páginas y más páginas de historias cuyas enredadas tramas supieron llevar hasta el final, sin amedrentarse ante las críticas, y en algunos casos sin tener un contrato firme que respaldase su bienestar personal. Creo que esa es la verdadera escritura, cuando se hace porque se desea hacer, cuando no hay un plazo que cumplir, cuando las ideas se dejan correr libres y se disfruta al crear, se goza y se sufre con cada uno de los personajes, y cuando finalmente se llega a la última página se siente una profunda tristeza.
B. Miosi
¿Qué podrían tener en común todos ellos para que sus novelas generasen opiniones tan diversas, y al mismo tiempo fuesen tan leídas? Creo que es: originalidad. Ellos no siguieron una moda o un estilo. Fueron creadores de una corriente.
Alejandro Dumas inició una generación de novelas históricas, donde la verdad se mezclaba con la fantasía, y lo hacía de manera tan magistral que logró captar la atención de millones de lectores. Gabriel García Márquez instauró la era del realismo mágico, precedida por otros muchos años antes, pero que él supo plasmar de manera inolvidable e irrepetible en su obra cumbre. Cervantes rompió los cánones de una época en la que las historias de caballeros saturaban la literatura, haciendo de su Don Quijote un caballero de triste figura, un ser humano que satirizó a los de brillante armadura. J.C. Rowland hizo de un niño, un aprendiz de mago, no la víctima de alguna bruja, y con él devolvió a inmensa cantidad de niños la sana costumbre de la lectura. Y el inefable Dan Brown y su famoso códice, fue el genio innovador de una corriente de novelas cuyos autores no podían más que hacernos ver maquinaciones extrañas en cuanta logia o religión existiese, tratando de llegar a una supuesta búsqueda del Santo Grial por medio de llaves, códigos, palabras cruzadas, exagramas, misterios, que no se puede negar, han tenido bastante éxito.
Claro, también están los que consideran a Dumas un escritor de folletín, a G. G. Márquez un escritor que aparte de su Cien años de soledad, las otras obras no fueron tan buenas, que la Rowland no tiene otra cosa en la cabeza que un niño que ya no da para más, y que Cervantes y su Quijote es en extremo aburrido, algunos dirán que incomible, (que lo he escuchado) pero que pocos se atreven a decirlo en voz alta por no pasar por ignorantes. Y qué decir de Dan Brown. Tiene tantos admiradores como detractores. Se convirtió en el origen de discusiones interminables.
Sin embargo, estoy segura de que todos ellos, sin excepción fueron y son escritores que hicieron uso al máximo de su imaginación, a los que no le dio pereza ponerse a escribir páginas y más páginas de historias cuyas enredadas tramas supieron llevar hasta el final, sin amedrentarse ante las críticas, y en algunos casos sin tener un contrato firme que respaldase su bienestar personal. Creo que esa es la verdadera escritura, cuando se hace porque se desea hacer, cuando no hay un plazo que cumplir, cuando las ideas se dejan correr libres y se disfruta al crear, se goza y se sufre con cada uno de los personajes, y cuando finalmente se llega a la última página se siente una profunda tristeza.
B. Miosi
Adhiero.
ResponderEliminarY sumo algunas cosas mas. Creo que en cuanto imaginación, sumo a Tolkien que le dio un toque personal aunque se basó en una mitología que ya estaba bastante elaborada, a Julio Verne y a G. H. Wells.
Creo que también ha sido destacable la labor de aquellos que encararon las realidades históricas, sociales y personales difíciles de sus tierras como Victor Hugo, Tolstoi e Isabel Allende.
Saludos
Saludos desde Madrid. Blanca, creo que hay novelas que marcan una época, que aparecen en el momento justo y que calan en el ánimo de la gente. Meter El Código da Vinci me parece valiente y real: fue una novela que todos leímos entusiasmados, que nos enganchó por su estructura narrativa y por su conexión con los misterios del pasado. Luego ha habido imitadores. Ulyses de Joyce también me parece que podría entrar en las novelas impactantes por su originalidad.
ResponderEliminaryo creo que incluir el código, una novela sin afán investigador, sin afán innovador me atrevería a decir, especialmente al lado de grandes geniso de la literatura, me parece arriesgado.
ResponderEliminarBrown no quiere ni siquiera conocer la realidad de la que habla...el resto de los que hablas quisieron ver más allá.
En fin
Yo estoy un poco con Didac Valmont, y añadiría también a la Rowling. Comparar a Brown y a Rowling con los otros que nombras me parece cuando menos muy arriesgado. No olvidemos que Márquez tuvo que vender su tostadora para poder enviar por correo "Cien años de soledad" a la editorial. Me cuesta mucho pensar que Brown o Rowling estaban en la misma situación cuando escribieron sus éxitos. No olvidemos tampoco que Brown había escrito antes la infumable "Angeles y demonios", con ese camarlengo dando botes de un lado a otro de la Plaza de San Pedro. Reconozco que yo soy de los detractores del Código, y que creo que no habría llegado a nada de no ser por la inestimable ayuda del Opus, que le dio a la novela publicidad gratuíta. La historia está mal contada, considera un estúpido al lector, y tiene fallos garrafales, que gracias a quien sea se suavizaron en la película.
ResponderEliminarPor lo demás, con todos los que nombras, completamente de acuerdo contigo.
Un saludo
Estoy con Didac Valmón, no acabo de ver eso de juntar a Dan Brown con Cervantes o García Márquez. El norteamericano tiene que demostrar aún mucho.
ResponderEliminarCreo que deben pasar unos cuantos años para ver qué ha aportado este escritor a la literatura mundial. En el caso de la Rowland me atevería a decir casi algo parecido, pero bueno dejémoslo así.
Ojalá que todo el dinero que han conseguido, les sirva para preparar sin agobios historias que consigan emocionarnos.
Un gusto leerte.
Nos vemos
Bueno, pues en este tema tengo que mostrarme de acuerdo con Didac y los demás compañeros.
ResponderEliminarDudo mucho que Browm resista la prueba del tiempo, como Cervantes o García Marquez. Más bien me parece que se apuntó al carro de una determinada moda literaria (que también las hay), y le salió bien. Dentro de 20 años nadie se acordará de él.
Eso sí, le hemos solucionado la vida entre tod@s.
Germánico, completamente de acuerdo, ehumerarlos a todos supondría una larga lista.
ResponderEliminarGracias por pasar!
El deme: menciono a Dan Brown porque no tengo complejos en cuanto a eso. Sé que hay muchos detractores de El Código Da Vinci, pero me parece que Brown es un innovador, creó un estilo.
ResponderEliminarJoyce es otro de los grandes, claro, en otro contexto.
Gracias por tu opinión
Diego, Incluí a Dan Brown porque según mi modo de ver las cosas, sí es un innovador. No hablo en este caso de riqueza literaria, digo que sentó bases para que surgiera una pléyade de escritores prosiguiendo un estilo claramente browniano, por llamarlo así.
ResponderEliminarConcuerdo contigo en en que no es un genio de la literatura, pero creo que no se podría decir que el hombre no tenía imaginación.
Saludos!
Felix, amigo, no trato de comparar a Rowling o a Brown con Cervantes o García Márquez. Así como siendo ambos grandes, no podría comparar de ninguna manera a Cervantes con Dumas. Cada uno tiene un estilo único, propio, que marcó pauta en su momento.
ResponderEliminarBrown escribió un libro con unos ingredientes que a nadie se le hubiese ocurrido, es a es a lo que me refiero: a los innovadores.
Besos,
Blanca
Miguel, veo que el motivo principal de muchos detractores de Brown consiste en el enorme éxito económico de éste, así como de la Rowling.
ResponderEliminarComo dije respuesta arriba, no los quiero igualar desde el punto de vista de su valor estilístico y literario, pues son épocas diferentes.
Sin embargo hago especial énfasis al situarlos a lado de los grandes porque a mi modo de ver iniciaron una veta imaginativa, crearon un género, si podría decirse. El señor de los anillos es una saga fantástica. Pero Harry Potter es una saga fantástica, protagonizada por un niño mago, y dirigida al público infantil. Si eso no es romper esquemas...
El código podrá tener todos los errores históricos que se le achacan. Pero a nadie antes se le hubiera ocurrido tomar esos ingredientes y crear tanta polémica. Negarlo me parece un poco egoísta. A fin de cuentas, El código no es una novela histórica. Es un trhiller.
Saludos!
Tienes razón, Lola, les hemos solucionado la vida a todos.
ResponderEliminarNo sé si alguien recordará a Dan Brown dentro de veinte años, o a J.C. Rowlings en diez más, comparto contigo esa opinión, pero de que marcaron pauta, lo hicieron.
He leído a partir de ellos, muchas novelas con niños como protagonistas, mucha novela fantástica, muchos misterios, secretos, santos griales, palabras cruzadas...
Un besote, amiga por pasar y dejar tu aporte,
Blanca
No hay mejor receta para el éxito que estar en el momento oportuno y el sitio indicado. Si hablamos de calidad literaria, creo que depende de quién saboree el producto. Lo que en una época parece una exquisitez, en otra es cutre y obsoleto. Me gustó el Quijote, de Harry Potter leí sólo un libro (los demás pueden adivinarse con mirar la portada), prefiero a Paul Feval antes que a Dumas y dudo del episodio de la tostadora de Gabriel García Márquez. El código Da Vinci me decepcionó como lo hizo el ültimo Catón de Matilde Asensi... pero son mis gustos personales. En cuanto a los millones que han ganado o no, me refiero al viejo y burdo dicho:
ResponderEliminar"Coma caca, millones de moscas no pueden equivocarse"
A veces no es hacer un buen producto sino saber venderlo, si no fuese así, Coca Cola sería hoy un desatascador más dentro del mercado. Saludos. Ricardo
Blanca, amiga, de verdad, una escritora de tu categoría no debería gastar un miligramo de energía defendiendo a un chapuzas como Dan Brown. La única pauta que marcó con su forma de escribir fue la de infumables novelas que no hay quien las lea, o que solo leen los que jamás han leído nada antes. No se puede comparar el código con el nombre de la rosa, por ejemplo, y todavía peores son sus secuelas, como "La sombra de Poe", que tuve que dejar de leer por lo nauseabunda y lo mal escrita que estaba. No llames literatura a lo que no es más que una operación de marketing, una especie de acercamiento a la literatura realizado de la forma más perversa posible. Conozco gente con la mente embotada después de leer sábanas santas, últimos catones o salones de ámbar, que son incapaces de apreciar el sutil placer de una obra de Oscar Wilde, por ejemplo. Hablemos de literatura, y tú, con "La búsqueda", has demostrado que eres una experta en eso. No te enfangues con esa escoria, que no se lo merecen.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Félix
Ricardo, el márketing, antes que la buena literatura, es uno de los fenómenos de hoy. Yo no cuestiono la obra literaria de D. Brown, ni digo que sea excelente y que habría que comprarla a toda costa.
ResponderEliminarSostngo la idea de que es un innovador porque creó una corriente que otros siguieron.
Muchas gracias por tu comentario. ¿Eres el Ricardo que conozco?
Saludos!
Hola Félix, mira qué casualidad, anoche estuve esribiendo el artículo acerca de El nombre de la rosa, de Umberto Eco. Por supuesto que no puedo compararlos, ni es mi intención hacerlo, y no te preocupes, que no gasto energía defendiendo a Brown, creo que él no lo necesita, con lo que tiene, le basta y le sobra.
ResponderEliminarEs mi punto de vista y respeto el de los demás, no trato de influir sobre a quién se debe leer o a quién no. Ahora, claro que tratándose de mi novela "La búsqueda" para mí es la mejor, ja, ja, muchas gracias por tus palabras.
Gracias por tu comentario, amigo. Pasé por tu blog y copié el cuento.
Lo tengo para lectura.
Besos,
Blanca
En mi opinión lo que hace a un escritor, inolvidable, más allá de lo innovador que se precie ser, es naturalmente el éxito.
ResponderEliminarNo necesariamente iniciar o escribir sobre lo que nadie ha escrito no lo hace innovador.
Por otra parte creo que lo que si hace que un escritor sea inolvidable, es el tiempo en cual presenta su obra, coincidencias de tiempo y espacio.
¿Cuántos grandes clásicos serían basuras hoy?
Saludos, excelente post
Vanidoso, el éxito viene de dos formas: Un buen márketing o una magnifica obra. Algunos de los que he nombrado es producto de cualquiera de las dos opciones.
ResponderEliminarPero también es verdad: la oportunidad: eso que dices, coincidencias entre tiempo y espacio.
Saludos!