El sueño de una noche de verano



Creo que no existe una melodía que sea escuchada con más fervor. Mucha gente olvida que es la obertura de una de las obras emblemáticas de Felix Mendelssohn y la que le dio cualidad de inmortal. Al mismo tiempo, es el ejemplo más temprano de lo que se denominó “Obertura”, es decir, una pieza no escrita deliberadamente para acompañar una representación en un escenario, pero que evoca un tema literario, en este caso  El sueño de una noche de verano, de William Shakespeare. Cuando eso, Mendelssohn contaba treinta y tres años.

También existe otra melodía utilizada en las bodas: Lohengrin de Richard Wagner:


Nunca tuve la oportunidad de escuchar ninguna de las dos en mis bodas.  Cuando me casé a los diecisiete, el cura de la iglesia La Virgen del Pilar de San Isidro dijo que era en castigo por haber llegado con unos minutos de retraso a mi boda, bueno, en realidad fueron como veinte. La culpa sin embargo, no fue mía sino de mi padre político, al que se le olvidó el corbatín en casa y tuvimos que regresar.  Algo por lo demás frecuente en él. No recuerdo evento en el que no haya participado su consabida preferencia por las tardanzas, desplantes o incidentes colaterales.  De manera que mi boda transcurrió en un absoluto silencio, roto solo para decir dos veces «sí» en respuesta a la insistente pregunta del sacerdote. ¿A quién se le ocurriría semejante pregunta? Se supone que si has llegado hasta ese extremo es porque ya lo tienes decidido.   

De ahí en adelante fueron muchas las veces que escuché ambas melodías, siempre en honor a otros. Nunca la pude escuchar con el hombre con quien viví la mayor parte de mi vida, pues no se vale en segundas nupcias. La novia ya no se puede vestir de blanco aunque se llame Blanca y hasta los oídos están castrados. Tonterías de los curas, que a cambio de un permiso papal, cambian de parecer y hacen casi cualquier cosa.  Claro, para eso se deben cumplir ciertos requisitos, entre ellos tener influencia y mucho dinero.

Otro fin de semana más, un día más. Esta entrada va dedicada a los corazones solitarios.

B. Miosi

Comentarios

  1. Soy un corazón solitario que hoy se queda con tu maravillosa entrada Blanca. Un beso

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  2. Hola Blanca, me gustó tu entrada, vine a visitarte para darte las gracias por los comentarios que dejas a veces en mi blog, no siempre tengo tiempo de contestarlos. Un abrazo.

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  3. "La novia ya no se puede vestir de blanco aunque se llame Blanca y hasta los oídos están castrados.".
    A pesar de la melancolía que noto en tus letras, melancolía que de paso me arrastró a mi,esta frase me hizo sonreír.

    Besos.

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  4. No soy un corazón solitario, pero me encantó esta entrada. Exuda cierta melancolía, pero también me trajo grandes y hermosos recuerdos.
    Y el más importante de ellos es que, para recibirme de concertista de piano (nadie lo sabe, nunca lo conté), una de las obras que interpreté fue la famosa marcha nupcial de Felix Mendelssohn.- Me fascinó esa melodía siempre, mucho más que la de Wagner.- A pesar que actualmente no me dedico al piano, siempre será mi vocación, llevo la música en el alma; aunque agradezco a la vida que me permitió hacer otra cosa que también me gusta, y me permite ganar más dinero.-

    Querida amiga, después no me digas en Facebook que siempre prometo, y nunca te cuento nada, jajajaja!!

    BESOTES HERMOSA Y BUEN DOMINGO!!

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  5. ¡Que mala leche el cura!
    Bueno, espero que aunque no fuese en la boda, tuvieseis oportunidad de escuchar esa música juntos muchas veces.
    Yo tambien me siento hoy un corazón solitario: domingo, dia de la madre, y mi hijo lejos...
    Besos

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  6. Winnie: Para eso estamos, para acompañarnos, besos, querida.

    Felisa: Sé que eres una escritora exitosa y muy solicitada, así que no te preocupes!

    Antony: La melancolía trasciende, ¿no? también el sentido del humor, por fortuna.

    Stanley: Nunca serás un corazón solitario, amigo, y muchas gracias por contarme ¡finalmente! algo de ti, ja, ja, la música me fascina, mi próxima entrada en Facebook te la voy a dedicar.

    Lolia: Tu hijo está lejos, pero estoy segura de que se acurda de ti. ¡Alegra ese corazón solitario!

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  7. Ja, ja, ja... Perdona que me ría, Blanca, ante una entrada que algunos han visto como melancólica, y que yo sin embargo, probablemente desde la ignorancia que me caracteriza, la veo cargada de sentido del humor. Es que me imagino a ese cura castigador, que dijo, "hala, fuera música", como podía haber dicho "pues ahora no me sale de las narices haceros la pregunta, hala". Os imagino a tu marido y a ti, ahí, en silencio, acojonaditos, esperando otro castigo divino por haber llegado tarde. Ja, ja, ja. Cosas que pasan. La mía fue peor. Sillas de plástico, sin música, y con los anillos en el borde de la mesa, "para que los vea el juez y no se le olvide deciros que os los pongais", ja, ja, ja. Es que las bodas por lo civil son menos boda, no cabe duda.

    Un beso muy fuerte.

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  8. Jo, hermosa y melancólica entrada, Blanca. Un enorme abrazo.

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  9. Otro fin de semana más. Un día más... corazones solitarios...
    tanto por contar, tanto que callar...
    Te dejo un fuerte abrazo, querida Blanca. Me gustó verte por la plaza.

    Conchi

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  10. ¡Ah, Félix! !ué cosas las tuyas, ¿cómo va a comparar una boda civil con una eclesiástica?

    Justamente se supone que la novia vestida de blanco y toda la parafernalia forma parte de lo inolvidable que es ese momento, pero hay curas que se las traen, pues te digo que no le dio la santa gana de ponernos la música, pero eso, sí, cobró lo que siempre se cobra que en la Iglesia nada es gratis.

    La boda civil fue a mi modo de ver más bonita, sin tanto problema y menos laberinto, claro, de todas maneras ninguna de las dos me sirvió hasta que las muerte nos separe, sino la segunda, sin bendición de cura ni nada. Así es la vida.

    Un abrazo!
    Blanca

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  11. ¡Gracias por la visita, Sergio!

    Conchi: Cada vez que puedo pazo por la plaza, eso ni lo dudes.

    Besos!
    Blanca

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  12. Espinoso tema tocas, Blanca,
    es verdad que con dinero la Iglesia transgrede muchas de sus propias normas, claro que estoy convencido que algún día por fin la humanidad abrirá los ojos y verá esas y muchas otras cuestiones de los supuestos representantes de un supuesto Dios.
    Un abrazo.

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  13. Hola Blanca,
    Ay, pues yo sí que fui de los que escuchó El sueño... el día de mi boda; ¡qué día tan incomparable!
    Besos,
    Mián Ros

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  14. Acabo de entrar en esto de los blogs y ¡me fascina!

    Mi boda fue peor: por lo civil y sólo dos invitados/testigos. Tuvimos que coger a dos señores que pasaban por el pasillo como testigos adicionales. ¿Hay quién lo mejore?

    Un abrazo.

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  15. Milagros: A mi me casó un concejal de Parques y Jardines. Lo mejor fue el ayuntamiento y que engañé a los del restaurante diciéndoles que "necesitaba un salón y un menú para una reunión familiar". Si les menciono la palabra "boda" habría costado el doble el convite.
    Blanca: preciosas las piezas. La mejor música es la que escuchas a solas con tu pareja o a solas simplemente cuando tu pareja no está al lado y te recuerda a ella. Lo demás, para mí, son alaracas.

    Besos

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  16. Tienes toda la razón, Jesús, estamos llenos de supersticiones por el asunto de las religiones.

    Gracias por pasar y opinar, amigo,

    Besos,
    Blanca

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  17. ¿En tu boda hubo esa incomparable música? Mián, qué sensación maravillosa, verdad? La de recuerdos que te debe traer cada que la escuchas...

    Beos!
    Blanca

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  18. ¡Ay, Milagros!

    Qué boda la tuya, ja, ja, es como para escribir uno de esos cuentos que te gustan!

    Muchas gracias por tu visita!
    Blanca

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  19. Me llamaría la atención que todo hubiese transcurrido en tu boda según los cánones establecidos, querido Francisco. La estratagema de la reunión familiar es buenísima para ahorrarse un buen dinerillo...

    Y te doy la razón, claro que sí: la mejor música es la que se escucha a solas. O al lado del ser que amas.

    Un abrazo, amigo,
    Blanca

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  20. Ja, Querida, lamento pasar tan tarde por esta entrada, y pienso que ya no se vale dejar comentarios pero no puedo evitarlo. Es una musica preciosa y digiste por ahí que no "disque" en la seguda boda no se valia la musica por que no eras virgen y bla, bla, bla pero te cuento que me case lo hice en una hermosa iglesia no catololica (pues no profeso el catolicismo) y llevaba mucho tiempo de vida comun, una bebè en brazos y otro en la panza ¿què te parece? (aunque esta ultima novedad ni la imaginaba a pesar de que el velo se me caia a cada rato, ji, ji, ji!!! Pero siempre es hermoso escuchar esta pieza sea de quien sea la boda. Un besote amiga y piensa en los buenos momentos, siempre en los buenos momentos y te sentiràs menos sola....

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