sábado, 4 de abril de 2020

¿Qué encontrarás en mis libros?

Cuando escribí mi primera novela allá por el año 2000 no es porque hubiera tenido el propósito de hacerlo, como ocurre cada vez que empezamos un año, en este caso, una nueva era. Fue algo simple: deseaba hacerlo para ver qué sucedía. Me gustaba escribir cartas. En papel, cuando el correo postal y después a través del correo electrónico, y a la gente le encantaba recibirlas, pero nunca me había planteado escribir novelas. Leía mucho, eso sí, pero ser lectora no te hace escritora.
Veinte años después no me arrepiento de haber escrito aquella primera novela, pues gracias a ella y a las personas amigas que la leyeron, sus opiniones, felicitaciones y lágrimas (porque mi novela las conmovió), me dieron el impulso para seguir escribiendo y aquí me tienen, veinte años después con diecinueve novelas. 
Estoy empezando la número veinte, y tal vez la termine dentro de unos meses, lo que daría un promedio de una novela por año.
En las entrevistas algunas veces me preguntan: ¿qué encontrarán los lectores en tus libros? y se me hace difícil responder, por la sencilla razón de que escribo de temas muy diferentes. Para aclarar: no me limito a un género. Puedo escribir novelas históricas como thrillers de intriga, suspenso o misterio, pero si me preguntasen: ¿cuáles son los temas de los que prefiero escribir?, diría que el de la intriga mezclada con historia.
Así, en La búsqueda narro la vida de un niño durante la invasión alemana a Polonia en la Segunda Guerra y su posterior desarrollo como adulto en América; en El legado doy a conocer a ese personaje misterioso llamado Erik Hanussen, consejero de Hitler y a su descendencia; en El cóndor de la pluma dorada novelo la historia del imperio incaico, refiriéndome a uno de los incas menos nombrados; Túpac Yupanqui, sus conquistas y amoríos; La última portada trata de una joven de la India que tiene el poder de actuar como una mujer y también como un hombre; en Dimitri Galunov un niño de inteligencia superior es encerrado en un psiquiátrico porque creen que quemó su casa con su familia dentro. La trilogía El manuscrito está envuelta en misterio, intriga y suspenso; en El rastreador me adentro en el terreno de los agentes de la CIA; en La lista Toni Montero es un ex presidiario que busca venganza (actualmente están escribiendo el guión para una serie televisiva, cosa que ocurrirá también con El pacto); El sustituto trata de un joven genio y un inválido, uno se hace pasar por el otro; En Dos caminos un destino la vida de dos amigos de la infancia corren paralelas hasta que llega el momento del reencuentro inesperado (Es una novela que todavía no ha salido al aire, exclusiva de Audible); en Hijo del pasado Daniel Kozlowski es rescatado de Auschwitz al final de la guerra por lo americanos y encerrado en un campo de refugiado en Karaolos, Chipre, logra salir de allí y emigra a Estados Unidos, y en la más reciente, que todavía no tiene título, me interno en la vida de un espía español durante la Guerra Fría.
Y como en todas las novelas, el amor no puede estar ausente aunque no siempre es el tema principal. Forma parte importante de ellas, pero no me esfuerzo por recrear escenas eróticas en las que se describe al detalle pasajes de alto contenido sexual. Creo que un buen lector sabrá comprender entre líneas lo que sucede durante el acto amoroso y no lo considero un recurso para hacer atractivas a mis novelas, me enfoco en la importancia de los personajes, en los diálogos naturales y obviamente en la trama en una historia que procuro sea original.
Sin apenas darme cuenta transcurrieron veinte años, y es porque la escritura absorbe de una manera que se pierde el sentido del tiempo. Hoy al ver hacia atrás no me arrepiento haber escrito mis primeras líneas, todo ha sido gratificante y maravilloso, y espero que siga siéndolo un tiempo más.
No enumeré todas mis novelas porque sería tedioso, pero dejo aquí el enlace a mi página de autor en Amazon: Author.to/BlancaMiosi

¡Hasta la próxima, amigos!

4 comentarios:

  1. Estimadísima y admiradísima amiga Blanca, ¡cuanto tiempo hace que perdí tu pista! ¡y cuanto tiempo hace que la añoro! Pero, hoy, recuperando la memoria interna de mi maltratado ordenador (me la ha recuperado mi hijo que es informático porque, yo, ya no recupero nada), me he encontrado con la dirección de tu blog y he entrado. Aunque el comentario te lo hago en este último escrito tuyo, en realidad he leído bastantes cosas y lo que realmente me atrae de ti, no es lo que cuentas, sino cómo lo cuentas. Sigues siendo mi admiración y, por ello, he tenido la osadía, el atrevimiento, de escribirte estas letras de recordatorio de una amistad virtual que murió por desidia mía y, posiblemente, por tu ocupacion literaria, pues ya veo que has escrito muchas novelas. Has de saber que este pobre pseudo escritor en el próximo mes de octubre (antes no es posible por culpa de esta pandemia que nos tiene encarcelados) en la Feria del Libro que se celebrará en Granada, presentaré mis dos primeras novelas. Ya ves, hasta los tontos tenemos de vez en cuando algo de suerte. Me alegraré mucho que estés perfectamente, pues yo lo estoy. ¡Ah! No intentes entrar en mi blog, pues quedó también olvidado. Ahora tengo blog y facebook nuevos que es donde escribo algunas cosas. Un fuerte abrazo de tu amigo virtual, Incongruente, o Alejandro, como ahora se me conoce por la red.

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    1. Hola Alejandro, desapareciste del espectro cibernético, del foro y de todos lados. Qué sorpresa encontrar tu comentario, muchas cosas han pasado desde entonces. Me alegro muchísimo que presentes dos novelas en la Feria del Libro en Granada, y no creo que sea solo suerte. ¡Hasta la vista, Incongruente!

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  2. Me dejas alucinado, querida Blanca, con dieciocho libros publicados. Yo, que tengo todos los años del mundo y que empecé a escribir a los dieciseis, llevo cuatro novelas terminadas, muchas empezdas, cientos de poesías y otras muchas cosas, pero... ¡dieciocho novelas! Solo he leído dos. La primera por recomendación tuya, como fue la vida de ese chico polaco. Llegué a dos conclusiones. La primera, que tu narrativa es preciosa y que atrapa al lector facilmente. La segunda, que no cuadra la tristeza, la negrura que se desprende de la historia que cuentas con la alegría y belleza de tus ojos. Sorprende. También ha caido en mis manos otro libro tuyo, en este caso, como consecuencia de que, por casualidad, leí la reseña que de él hizo un tal Sr. Malvado, como es La búsqueda. Esta novela me gustó mucho más, posiblemente porque la vi más actual y porque la medicina es algo que me atrae desde pequeño y, en él, das buena cuenta de tus conocimientos en el tema. Sí, ya sé que todo procede de internet, ya se lo confesaste al Sr. Malvado, pero me obligaste, como a él, a informarme en internet para entender tu idea y, aunque eso me obligó a leer más despacio, reconozco que al final me gustó mucho más y me dejó mejor sabor de boca. Bueno, termino diciéndote que me he quedado asombrado de lo mucho que escribes y, sobre todo, de lo bien que escribes. Un abrazo

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    1. Alejandro, empecé a escribir a los 50 porque nunca supe que era capaz de hacerlo, si lo hubiera tenido claro como parece que lo tienen muchos escritores tal vez la historia sería diferente. Muchas gracias por leer "El sustituto", la novela que reseñó el Sr. Malvado. La considero una de las novelas de mi etapa madura como escritora. Celebro que el tema te haya agradado. Dejame la dirección de tu blog. ¡Abrazos!

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