miércoles, 14 de enero de 2015

¿Para qué uso Facebook?

Estamos ya a 14 de enero del 2015, y es la primera entrada del año que hago en este, mi querido blog. ¿De qué hablaré esta vez?

Esta vez le toca el turno a Facebook.

Cuando vi que todos mis amigos bloggeros se estaban pasando a Facebook me entró una especie de pánico porque no estaba acostumbrada a interactuar en otros portales que no fuesen foros literarios o mi blog. Así que abrí mi cuenta y dejé pasar unos meses hasta que me animé.  Ni siquiera sabía de qué hablar, no conocía a nadie ni sabía ir de visita a los muros o perfiles. Miren nada más qué poca imaginación la mía. Así que empecé poniendo fotos de mis libros y a hablar de ellos, como si a alguien pudiera importarle. Pero era lo que mejor conocía y mamá siempre me dijo que no hablara de algo que no sabía, consejo que he seguido a rajatabla hasta que de pronto se despertó en mi el ansia de hablar de todo y con todos, porque al parecer estamos en una época en la cual es fácil enterarse yendo a Google.

Facebook no resultó tan antipático, para empezar no me gustaba el formato, pero ya me acostumbré y ahora no le presto atención. Con el paso del tiempo tengo una mejor idea de la utilidad de ese sitio y he llegado a ciertas conclusiones.

Facebook es un sitio ideal para las personas que deseen contactar con amistades lejanas o perdidas en el tiempo, familiares o amigas del colegio, de aquellos tiempos que ya no volverán.

Pero creo que la mayor utilidad de Facebook es que permite exhibir la parte de la vida de una persona, la que se desea que sea expuesta al público. Fotos de cuando era joven; yo prefiero poner las de un par de años para acá porque de joven era y un fiasco y cuando se es mayor eso ya no importa. Un cumpleaños, regalos que te dieron, viajes, todo lo que parezca que es bueno ventilar. Por supuesto, hay quienes lo usan para demostrar lo contrario hacia determinadas personas.

La mayoría se atreve a dar al "Me gusta" y nada más. Con eso basta y sobra, claro que las empresas tecnológicas con ese "Me gusta" hacen y deshacen a su antojo porque todo va a parar a un programa especializado en el que dejamos de ser seres anónimos y delatamos hasta nuestras costumbres más íntimas.

Los que piensan que Facebook es el escaparate de una librería para vender libros, están equivocados. Es más fácil vender allí perfumes, ropa, zapatos, antigüedades, coches y toda clase de artículos siempre y cuando estén exhibidos en imágenes. A la gente le gusta ver y comprar, es algo inevitable que nace con el ser humano como si formara parte de nuestro ADN.

Pero de ahí a comprar libros hay una gran diferencia. En primer lugar porque hay que leerlos, es decir, enterarse de qué se trata, y luego si la persona tomó nota, lo cual es muy dudoso, lo comprará cuando vaya a una librería. Y seguramente apenas vea la mesa de novedades ya olvidó el título que tenía anotado. Pero la tecnología nos ha facilitado las cosas, ¡ahora se pueden  comprar libros estando frente a la pantalla! sin embargo siempre está aquello de que "debo enterarme primero de qué se trata" y sobreviene una pereza...

Así que los que se la pasan divulgando las bondades de sus libros con imágenes extraordinarias y palabras grandilocuentes... me temo que no venderán mucho. Los veo a diario, uno tras otro, y hasta yo, que tengo un Kindle, y puedo hacer clic y tenerlo en un segundo siento cierto rechazo.  Compré muchos al comienzo, cuando estrenaba mi lector electrónico, pero la mayoría de esos libros han quedado por la mitad, no porque el Kindle sea dificultoso de usar, es lo más simple del mundo. Es por el contenido.  Sin embargo también tuve la suerte de encontrar escritores estupendos de los cuales no solo disfruté la lectura; también aprendí mucho.

Hay algo que sí funciona en Facebook y lo uso con relativa frecuencia: Dar noticias.

¿A qué me refiero?

Si soy escritora, la mayoría de mis "amistades" ya lo saben y no tengo que decirles cada día que compren mi libro. Lo que hago es dar noticias acerca de ellos o de lo que sucede con mis novelas. Publico las entrevistas que me hacen o la novela que acaba de lanzar algún escritor amigo, alguna buena nueva de alguien que está triunfando, o las reseñas que hacen los lectores de mis novelas o comento la que acabo de leer.

También si estoy escribiendo alguna nueva, o la portada para pedir alguna opinión. Noticias relacionadas con el mundo editorial y literario y ese tipo de cosas que a cualquiera que esté en esto de la escritura podría interesar. A veces me apetece poner la imagen de mi novela bandera "La búsqueda", que sigue incombustible en los primeros lugares y merece que se conozca aunque la mayoría de mis amigos la haya leído, porque pienso que se alegrarán al saberlo. O algún banner que he aprendido a hacer para Twitter porque me divierte.

Tengo once libros publicados, algunos amigos escritores muchos más, lo sé, pero si tuviera que promocionarlos en Facebook invadiría los grupos que tengo y también mi muro, y no es la idea. Hay un lugar para cada cosa y ese es Twitter, más efectivo, no se acumulan las noticias, es dinámico, y a diario entra gente nueva no solo para decirte que pongas un "Me gusta" en su página como sucede en Facebook. Allí me entero de todo, inclusive de las colas en tal o cual sitio en Caracas para comprar leche, detergente o azúcar, que es lo que más escasea. Por suerte no he tenido que hacer ninguna todavía, pero ya llegará el momento.

Facebook es una verdadera red social, en la que se conversa, se hacen amigos (y enemigos), se entera uno de política, quién está enfermo, quién cumple años o quién falleció. La idea es fantástica y me encanta, pero hay días en que me saturo porque pierdo mucho tiempo que podría dedicarlo a escribir. Y ya bastante tengo con Twitter.

Facebook me ha regalado unos amigos increíbles, que de otra manera jamás hubiera conocido, por eso es tan adictivo, porque nos comunicamos. ¡Con la falta que hace!

Y bueno, ya es suficiente por hoy. Seguiré escribiendo El rastreador que está en su punto cumbre y cómo no, visitando Facebook, pero con la mesura de los últimos tiempos.

¡Hasta la próxima, amigos!


6 comentarios:

  1. Interesante reflexión, Blanca, como siempre. ¡Espero la publicación de El rastreador!

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu comentario, Fede, creo que El rastreador estará para abril o mayo. ¡Y espero que guste! No sea que salga un fiasco.

    ResponderEliminar
  3. En efecto, ya lo dice su npombre "Red social". A mí me ha servido un mundo. No obstante, no cambio el blog por nada de eso, por varias cosas: 1ro porque es más universal, no solo porque cualquiera lo puede visitar sino por los contenidos, es más fácil que un escritor (o alguien que tenga intereses iguales a los tuyos) se una a tu blog que a tu Fb. 2do Hablas de temas que para tí son realmente importantes y lo puedes hacer A PROFUNDIDAD, cosa imposible de hacer en Fb. 3ro. No sé porqué, pero valoro más a los contactos del bog que a los de Fb ¿Por qué? Porque Fb es nada más una forma de virtualizar a los allegados que siempre he tenido, encambio en el blog son de verdad una sorpresa totalmente gratuita. 4to En el blog estás obligado a escribir con calidad, altura y cuidado, cosa no tenida en cuenta en Fb. De hecho, esta es la razón por la cual tus contactos en bloguer son reducidísimos comparados con twiter y Fb...La élite ¡Feliz año Blanca!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes toda la razón. Son dos sitios que sirven para cosas completamente diferentes, Alí. Gracias por tu visita.

      Eliminar
  4. Sí que va rápido tu calendario, querida Blanca, ¡ya estás en febrero! :)

    Estoy muy atento a tu nueva novela.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Fernandoooo!!!! Si no eres tú quien se diera cuenta no sé quién. ¡Muchas gracias por el aviso, ya lo corregí! Yo también estoy muy atenta a mi nueva novela, aprendo mucho mientras la escribo, es una de esas historias que te obligan a buscar información.
      Besos.

      Eliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.