viernes, 23 de agosto de 2019

Mi relación con Amazon


Después de diecisiete años de haber empezado a escribir, es ahora cuando puedo ver los resultados con cierta lejanía, pues cuando uno empieza está atiborrado, primero de ideas, luego de la necesidad
Blanca Miosi
de aprender o perfeccionarse, después del deseo de encontrar lugares en donde pueda codearse, conocer o escribirse con otros escritores en una situación parecida a la de uno, como participar en foros literarios, y por último en pensar cómo y dónde publicar, y no da tiempo de autoexaminarse ni pararse a ver unos resultados que todavía están lejanos.
Creo que todos o casi todos hemos pasado por lo mismo, algunos hemos tenido la suerte de encontrar a la persona idónea que nos puso los puntos sobre la íes y nos bajó de la nube para hacernos pisar tierra. Es lo que sucedió conmigo y fue cuando caí en la cuenta que de escribir solo sabía el abecedario, pero no me amilané y traté de aprender y captar todo lo que me enseñaba esa persona como si fuera una esponja. Creo que el tiempo y el trabajo que puse en ello me dieron la razón y también creo que es el motivo principal por el que mis libros se leen.
Ya al tercer año de haber publicado por primera vez en una editorial, y a un año de haberlo hecho en Amazon las cosas empezaron a cambiar. Recuerdo que estando en Twitter se comunicó conmigo una editora que trabajaba para el grupo Beyaz Balina para comprar los derechos de traducción al turco de mi novela El manuscrito. Igualmente en el 2013, siete años después de haber publicado La búsqueda, una editora francesa de la casa  2 Encres me escribió un correo para comprar los derechos de traducción al francés de esa novela. A partir de allí todas mis novelas son traducidas al francés, y Maud Hillard se ha convertido no solo en la traductora de mis libros sino en mi agente y en una gran amiga.
No he sido una persona que vaya detrás de las editoriales, he tenido la suerte de publicar con facilidad e inclusive que dos de las grandes se
Maud Hillard
interesaran en mis libros, pero después de publicar en Amazon no le veo sentido a perder mis derechos por muchos años a cambio de una edición que llegará a las librerías, sí, pero a la que no le darán el impulso que busca un escritor y que en poco tiempo se perderá en las estanterías. No puedo decir lo mismo de la editorial de Amazon, Amazon Publishing, Inc., la única con la que actualmente publico mis libros y me consta que apoya con constantes campañas a sus escritores. Igualmente, puedo decir de Amazon KDP (autopublicación) ha resultado una poderosa aliada; de vez en cuando promocionan mis libros, fui invitada por ellos a España y por tercer año consecutivo solicitaron mi opinión como jurado del Premio Literario Amazon.
Pero ¿cuál fue el detonante que significó un cambio en mi incipiente carrera como escritora? Es indudable que fue Amazon. Y no tengo reparos en decirlo, porque la considero mi mejor aliada. Fue a través de Amazon como la editorial de Turquía supo de mis libros, al igual que la que actualmente es mi agente para Francia, Maud Hillard. Maud compró La búsqueda y se la leía a su esposo día a día, traduciéndola simultáneamente al francés. Le gustó tanto la novela que decidió hablar conmigo. Fue en Amazon donde me encontró Ediciones B, y también fue en Amazon donde dio conmigo Mauricio Navas Talero, productor y guionista colombiano; leyó La lista y me escribió un correo para que hablásemos por teléfono acerca de la posibilidad de llevarla a la
Mauricio Navas Talero
pantalla chica. Consiguió firmar con la cadena RCN y será convertida en audiovisual. Y actualmente escribo una novela que puedo decir es “a pedido” de un importante agente español, para presentarla a una gran editorial, y que conste que si la oferta no me interesa, con seguridad la publicaré en Amazon, que es donde me encontró.
También la firma Audible se acercó a mí para comprar los derechos de todos mis libros para pasarlos a audiobook, y creo que de no haber estado en Amazon no hubiera sucedido. Prácticamente todo se lo debo a esa plataforma a la que muchos escritores le deben tanto, entre ellos personas que conozco. También hay otros que hablan muy mal de Amazon, tal vez tengan sus motivos, pero a mí me ha ido muy bien, me ha servido de trampolín para proyectos que jamás se hubieran llevado a cabo si no hubiera publicado allí.
¿Pero acaso todo se lo debo achacar a la suerte? Me parece que estaría siendo injusta conmigo misma si lo hago. Todas las oportunidades que tocaron a mi puerta se las debo a que publiqué mis libros. Y lo hice en la plataforma más conocida, pero si los libros hubieran sido malos, con seguridad nada hubiera sucedido. Por tanto me debo un autoreconocimiento y dejar de lado la falsa modestia con la que uno suele envolverse por pudor, por educación o por inseguridad. Es claro que la inseguridad nunca me abandonará, pues gracias a ella me esfuerzo en escribir cada vez mejor, pero admito que he escrito algunas novelas muy buenas y estoy orgullosa de ellas. No todas lo son, vamos a estar claros; también sé reconocer cuando las cosas no salen como me habría gustado, pero no será por falta de interés o de empeño. A todos los escritores les debe suceder algo parecido.
Es obvio, no me voy a comparar con escritores de la calidad de los grandes como Leon Uris, por mencionar un gran nombre, cada uno sabe qué lugar ocupa y sé que me encuentro en un término medio, me encanta que mis novelas se lean y que lectores entusiastas me escriban diciéndome que disfrutaron mis libros. Es el mejor apoyo que puedo recibir, entonces sé que mi trabajo valió la pena.
¡Hasta la próxima, amigos!