lunes, 27 de noviembre de 2017

Los diez años de Kindle

Publiqué mi primera novela en KDP en 2011. Y ese mismo año compré mi primer Kindle, el lector electrónico de Amazon. La autopublicación en Amazon KDP (Kindle Direct Publishing) para esa época ya tenía en funcionamiento cuatro años, y todavía había muy pocos escritores en idioma español que se habían lanzado a la aventura amazónica; yo me enteré a través del blog de un amigo y el asunto despertó mi curiosidad.

Quise probar primero con La búsqueda, El legado y Dimitri Galunov. Las dos primeras habían sido publicadas previamente en papel a través de editoriales y subí a Amazon la versión digital, pero no fue hasta publicar El manuscrito cuando empecé a ver subir las ventas de manera espectacular. Después todo fue más sencillo.

Amazon me cambió la vida. Y estoy segura de que hay muchos que piensan igual que yo. Es a través de esa plataforma que mis libros se dieron a conocer en el mundo como autora autopublicada. Puedo decir que con Amazon se cumplieron mis sueños: fui invitada de honor en una convención en Madrid en 2015, y en el año 2017 invitada al Perú para participar en la presentación de Cuarto Premio Literario de Amazon para Escritores Independientes, así como también formé parte del jurado del certamen. Mis libros han sido escogidos para ser promocionados en diversas campañas: Kindle Flash, Mes Indie, descuentos especiales, y actualmente publico a través de Amazon Publishing mi trilogía bandera: El manuscrito.

Estoy orgullosa de pertenecer a esta joven editorial que toma en serio el trabajo de la edición. Cada libro tiene un equipo de correctores, maquetadores y diseñadores. El trato con ellos es cercano, el personal es el idóneo para tratar con el autor, el respeto, las facilidades y la promoción: impagables.

Desde este rincón envío un saludo especial a Rex Czuba, el exdirector de KDP en Español a quien recuerdo con muchísimo cariño; a Carlos Liévano, el actual Director de KDP que ha resultado ser un joven dinámico, incansable e impulsor de los autores en español, llevando su mensaje a muchos países de habla hispana, y, por supuesto, a Paola Luzio, la Directora de Publicaciones de Amazon Publishing, la editorial. Una joven exquisita en su trato, inteligente y muy preparada para un cargo tan complicado.

No hace falta decir que me siento realizada gracias a la oportunidad que me ha brindado Amazon, les estoy muy agradecida, ellos han impulsado mi carrera y han renovado mis ganas de escribir, porque no hay nada más gratificante que saber que la novela que estás escribiendo la verás publicada cuando tú decidas y estará al alcance de todo el mundo.

¡Felicidades a Amazon, espero que cada día se sumen más escritores a su plataforma y sigamos constituyendo la librería más grande del mundo!

¡Hasta la próxima, amigos!

viernes, 24 de noviembre de 2017

Acerca de los prólogos...

Sé que esta entrada puede herir susceptibilidades, pero lo que expongo aquí es una simple opinión, y como tal, me siento libre de expresarla:

Me interesan mucho los prólogos
Prólogo de Cervantes
de un escritor famoso, en especial si es uno de mis favoritos. La razón es simple: despierta mi curiosidad saber cómo lograron llegar a ser grandes escritores, cómo fue su vida, a qué se dedicaban… Claro está que me estoy refiriendo a los prólogos en los que se habla de la vida de determinado autor. Uno de los más completos que he leído es el de Nietzsche en su libro Así habló Zaratustra, en el que no solo se refiere a su vida, sus pensamientos, y sus peculiares relaciones, sino a la totalidad de su obra. También el de Fedor Dostoyevski en una edición de su novela El jugador, en la que hay una biografía de su vida y de su obra completa.

Lo que no acierto a comprender son los prólogos que se estilan para hablar de la obra de un escritor incipiente. Esos escritos largos y sin interés para el lector, en los que se enumeran las bondades del libro en cuestión, y, supongo, ponen en aprieto a más de un prologuista comprometido por amistad con el escritor. ¿Se puede ensalzar una obra sin estar de acuerdo? Sí. Es muy probable. Es difícil negarse a la petición de un amigo escritor por varias razones:

1. El aludido se sentirá privilegiado por haber sido escogido para escribirlo.

2. Es difícil negarse a la solicitud de un amigo escritor que piensa que su obra es tan importante que merece un prólogo.

3. Si el escritor es relativamente conocido el beneficio será mutuo, porque el prologuista será leído y tal vez su nombre empiece a “sonar”.

Por otro lado, los motivos por los que resulta comprometido prologar son también importantes:

1. El prologuista se siente comprometido a hablar muy bien de la obra aunque no sea de su agrado o esté mal escrita. Nunca he leído un prólogo de una novela de un autor poco conocido que hable mal de la obra o que diga lo que piensa de ella con sinceridad.

2. El autor suele utilizar la estrategia de pedir un prólogo a un escritor conocido para que su obra y su nombre cobre importancia.

3. El nombre de un escritor puede quedar seriamente en entredicho al opinar favorablemente de una obra que no merece una opinión positiva.

4. La estrategia de algunos escritores consiste en utilizar el nombre del prologuista, pues en los motores de búsqueda en Internet su nombre aparecerá asociado al suyo en cualquier plataforma donde el libro esté a la venta, y aparecerá el libro también en la lista de libros del prologuista.

Personalmente no acepto escribir prólogos; y para evitar cualquier resentimiento mi regla es general: no escribo prólogos para el libro de ningún escritor. Los considero inútiles, fatuos, y sin sentido alguno. Tampoco los pido.

Otra cosa muy diferente es que un escritor o cualquier persona de cierta importancia ―de otra manera no tendría sentido, pues a nadie interesaría leer un prólogo de un desconocido― solicite escribir el prólogo de la novela de un amigo porque la obra le ha parecido estupenda. Sé de algunos casos de periodistas, editores y comentaristas famosos que desearon prologar libros estupendos. En ese caso la situación es diferente.

De manera parecida ocurre con los autores que se prologan a sí mismos con una explicación del porqué decidieron escribir tal o cual libro. Creo que solo sería válido si la petición de los lectores fuera de tal magnitud que se sintiera obligado a dar una explicación, pues de resto a nadie le podría interesar por qué empezó o se decidió a escribir.

En lo que sí estoy de acuerdo es en los agradecimientos. Es importante reconocer el esfuerzo de las personas que estuvieron involucradas en la elaboración de una obra, sea con ideas, lecturas, correcciones y también la edición final. Y, claro, esto también trae consecuencias. Si es una obra mediocre o mal corregida se sabrá quiénes formaron parte del asunto.

Lo que menos compromete a propios y extraños son las dedicatorias. Yo acostumbro dedicar todos mis libros a mi difunto marido Henry. O Waldek, su segundo nombre. Fue el primero que creyó en mí, me impulsó, leyó y escuchó mis primeras diez novelas con el fervor que solo puede hacer el amor. Aun así, nunca se me ocurrió solicitarle un prólogo.

¡Hasta la próxima, amigos!

jueves, 2 de noviembre de 2017

Reflexiones acerca del Mes Indie

Aunque empecé mi carrera de novelista a través de una editorial y después he publicado por algunas otras de igual o parecido prestigio, sigo pensando como escritora independiente porque es en Amazon donde mis novelas empezaron a darse a conocer; no solo en España, que es donde publiqué por primera vez, sino en casi todos los países del mundo gracias a que el español es uno de los idiomas más hablados del mundo y esa plataforma tiene distribución internacional simultánea, algo de lo que carecen muchas editoriales.

Sin embargo existe un escollo para el escritor independiente, y también para el publicado por editorial: dar a conocer sus libros.

Por cuestiones de logística y económicas las editoriales dedican muy poco tiempo a los autores. No crean que ser publicado por una de ellas es la panacea que los llevará a tener ventas millonarias o a ser famoso. A sus grandes autores, los que realmente les permiten seguir adelante, les hacen más publicidad porque el retorno del dinero y la ganancia lo permiten, pero tampoco es que les dediquen todo el año de promoción. Son autores consagrados que venden solo por su nombre, algo que se lo han ganado a pulso, son excelentes novelistas como quisiéramos ser la mayoría de nosotros. Apenas se anuncia un título nuevo y ya hay miles o millones de potenciales de compradores dispuestos a gastarse 12 euros en un libro digital.

Hago todas estas reflexiones porque publico de manera independiente en Amazon, y es allí donde he hecho mis mejores ventas. También es verdad que ellos tienen una maquinaria incomparable para publicitar los libros porque poseen una base de datos imponente. Todo libro que Amazon promociona se vende. Sucede con los Kindle Flash; las promociones al 50%; las promociones por el Mes Indie como la que acaba de terminar; los más vendidos; las novedades; el Premio al Autor Independiente… ninguna de estas promociones se puede comparar a nuestra incipiente forma de hacer publicidad en las redes.

La pregunta es: ¿por qué da la impresión que Amazon elige a ciertos autores para promocionarlos y a otros no? La respuesta no la tengo yo. Y hago la pregunta porque hace unos días un escritor dejó un mensaje en el hilo de un post que puse en Facebook:

“para mí ha sido un mes nefasto con Raziel, que fue seleccionada para el Mes Indie, de hecho ha sido el peor mes del año, y eso que la he promocionado bien por la red. Claro que Amazon poco ha hecho por promocionarla. Espero que el próximo año me deje fuera de la selección.”

Comprendo su frustración. Me sucedió algo parecido el año pasado, mis novelas no tuvieron mayor subida en las ventas, y creo que fue un mes pésimo para mí y este año tuve la suerte de que al menos dos de mis novelas de las siete que fueron seleccionadas para el Mes Indie se vendieran un poco más y estuvieran a la vista en varias listas de los más vendidos de esa promoción.

Me parece que con la enorme cantidad de libros que entraron a ofertar en el Mes Indie no pudieron hacer de otra manera que al azar, es decir de manera aleatoria, y como “La lista” para ese momento se encontraba en el top general y el precio se redujo tanto, se vendió más que nunca. Lo extraordinario de esto es que se descargó más que en ningún otro momento a través de Kindle Unlimited, a pesar de tener un precio tan bajo.

Ahora que regresó a 3.99 está empezando a bajar en top, y es normal, la gente compra más cuando está en oferta.

Muchas novelas excelentes no llegan al top 100, y si lo hacen duran pocos días o pocas horas, ¿por qué? Eso depende del gusto de los lectores y en eso me declaro absolutamente ignorante. No me atrevo a hacer las preguntas pertinentes para no ofender a lectores ni a escritores, pero cada cual sabe por qué lee acerca de un tema determinado y qué es lo que aporta a su vida. Reconozco que yo también soy arbitraria con mis lecturas. Evito los temas álgidos, las lecturas demasiado profundas, las novelas de temas trágicos en general, porque me deprimen y vivo en un entorno que de por sí es sombrío. Quizá es lo que ocurre en el mundo y por eso las novelas “light” son las que más se venden y si es lo que hace feliz a la gente, bienvenidas sean. Recuerdo cuando tenía unos doce o trece años y devoraba las novelas de Corín Tellado en las que todas las mujeres eran perfectas, los hombres maravillosos y millonarios y el problema principal era saber quién se quedaba con quién para que fuesen eternamente felices. Esta etapa duró en mi vida un par de años, después me aburrí y regresé a mis novelas de aventuras, que considero una forma de evasión más entretenida.

Después de los turbulentos 31 días del Mes Indie, vuelvo a la tranquilidad de las ventas normales, en las que no vendo tanto pero gano más o menos lo mismo por el porcentaje de las regalías; pero lo mejor de las promociones es la oportunidad que tenemos de estar más a la vista y que gracias a ese mes, miles de personas leerán por primera vez alguno de mis libros. Eso para mí es suficiente y estoy muy agradecida a Amazon. Yo sola no lo hubiera conseguido.