Haré una pequeña reseña de cada uno de ellos para que los que nunca hayan pisado un sitio de esos tengan una idea de qué estoy hablando.
Un foro literario es una página, o un portal como algunos lo llaman, donde se reúne un grupo de personas que tienen un mismo objetivo: intercambiar cuentos y opiniones acerca de lo que escriben. Pueden ser principiantes, amateurs o profesionales. Da igual. El trato es el mismo para todos y en la mayoría de los casos se utiliza un nick en lugar del nombre real. El foro cuenta a su vez con sub-foros, donde se tocan diversos temas, incluyendo un lugar exclusivo para hablar de lo que se les ocurra. De este constante intercambio surgen amistades, o enemistades, según venga el caso y de acuerdo a las características de sus participantes; hay quienes son muy dados a exacerbar los ánimos pues consideran que el sitio está falto de vida, mientras otros se dedican a leer con atención los cuentos y toman en serio su participación, haciendo caso omiso de los “rompeforos”.
Y de paso les contaré algunos chismes de los foros:
Yo Escribo era un buen foro, fue el primero que visité y me sirvió para conocer el funcionamiento de estos sitios. Por desgracia en la actualidad la participación de los “foreros” es casi nula, y en el apartado de Cuentos y Relatos nadie cuenta ni relata nada, excepto un par de optimistas que jamás reciben comentarios. Es una pena, pues era una página muy activa, algunas de las valiosas personas que conozco fueron premiadas en el concurso anual de novela de Yo Escribo, o quedaron finalistas, que también es una posición ventajosa: Antonia Romero AntoniaRomero , Nestor Medrano, Victor Morata Cortado, María Dolores García, GloriaSharetg entre los que más conozco. Uno de los premios más sonados fue el de Anna Wolgescchaffen quien no fue a la recepción del premio y se empezaron a tejer historias extrañas respecto a si era hombre o mujer, ocasionando más de un desencuentro. Lo cierto es que firmó con Carmen Balcells y de ella nunca más se supo, hasta que tecleando en Google la enconté: http://annawohlgeschaffen.blogspot.com/. También recuerdo de esos tiempos a Alfredo de Hoces otro ganador del premio por Memorias de un ingeniero. Y por supuesto, mi querida amiga Joana Pol, quien publicó hace unos años El crimen de los dioses y generó una gran controversia por haberlo hecho con la Editorial Entrelíneas. Ahora es más fácil encontrarla en Facebook y sigue tan activa y hermosa como siempre.
Bibliotecas Virtuales actualmente es un foro poco concurrido, pero en su mejor momento desde mi punto de vista fue uno de los mejores foros en los que he participado, fue allí donde conocí a gran parte de los integrantes del foro que actualmente frecuento, todas personas valiosas, con un extraordinario amor por las letras.
Los Foros del Café de Artistas también es un sitio interesante. De vez en cuando doy una vuelta, aunque cada vez más espaciada en el tiempo, ya que me es imposible repartirme con eficiencia en tantos lugares. Es un foro que cuenta con buenos escritores, excepto que en la época que me alejé de allí aquellos que llamé “rompeforos” tenían los ánimos exacerbados. Me dedicaron varias páginas de insultos y descalificaciones, sin que yo tuviera arte ni parte, fueron tiempos en que algunos de sus visitantes asiduos se retiraron y yo entre ellos.
El Recreo más que un foro es una revista literaria interactiva, se puede desde colgar cuentos hasta descargar novelas de escritores del mismo foro. Una de sus moderadoras en Rosa Ribas, la escritora de El pintor de Flandes y Entre dos aguas. Sus participantes son personas agradabilísimas, el único problema que tengo es que últimamente no puedo entrar. Algún error cibernético que está lejos de mi comprensión que espero se solucione me lo impide. Desde aquí vayan mis saludos cariñosos a Leola, Ely, Pepe Samper, nuestro súper conocido DidacValmón, Juan Nadie, ¿y saben que allí conocí a Lola Mariné ?, señora de las tablas y de los blogs, que firmó con la agencia Sandra Bruna y próximamente publicará su novela Nunca fuimos a Katmandú. Y a que no adivinan: El mismísimo Tito Carlos estaba allí ayer, ¡sí señor! lástima que no pude responder a su saludo. Compañeros como Michaelangelo, Luis Bermer, el de los cuentos de horror, Javiconde, Amado, Agua Marina; Octavio Fernandez Sotez; son tantos que me temo que no alcanzaría esta entrada para nombrarlos. El Recreo recibe un promedio diario de tres mil visitantes.
Letras Escondidas es un foro exclusivo al que únicamente se tiene acceso si se siguen las estrictas reglas que el administrador impone, cual dictador tercermundista. Allí no existe el derecho a réplica ni se puede recuperar o borrar cuentos; muchos de los que actualmente estamos en Prosófagos podemos dar fe de ello, un buen día, justos y pecadores nos vimos impedidos de entrar, y lo peor de todo es que aún no me he enterado el motivo. Nos echaron. Fue algo insólito.
Pero como los escritores somos personas irracionales, y andamos en pos de una quimera a la que deseamos transformar en realidad a toda costa, un buen día aterrizamos en la Tierra Prometida. No más administradores tendenciosos. Allí administra Dios y punto. Todo el que desee puede entrar, y no existen moderadores. Claro, muchos claman por uno, porque aún no se sienten preparados para hacer uso adecuado de su libre albedrío, pero Dios es sabio y tiene paciencia.
Prosófagos se llama el sitio, y ya algunos de sus miembros han logrado publicar. El famoso más reciente: Teo Palacios , por supuesto, ¿quién no conoce a Teo? El de Fantástica Literatura, el de Hijos de Heracles, novela que muy pronto verá luz bajo el sello ni más ni menos que de Edhasa. Montse de Paz , a quien conocemos por su blog Andanzas de una Escritora en busca de Editorial, y su novela Estirpe Salvaje; Manuel Pérez Recio Manuel Perez Recio con Cuyabeno y su tierra, Santiago Morata que casi nunca visita el foro, sino para anunciarnos alguna presentación de su novela La sombra del faraón, pero que apreciamos por su simpatía y don de gentes, Arlette Geneve escritora con varios libros publicados y finalista del Premio Planeta, ¡ah! Y otra finalista del mismo premio es Malube, que en la vida real es Martha Querol Benech ; que últimamente publicó El final del Ave Fénix, y mi persona, pero esta vez no los voy a atosigar con La búsqueda y El legado.
Para poner un ejemplo de cómo funciona un foro, dejo una pequeña muestra de lo que suele ocurrir en Prosófagos y tal vez en otros foros; ya les adelanté arriba que somos personas un tanto irracionales:
Los que frecuentamos esos sitios nos empeñamos por todos los medios (dentro de lo posible) en escribir acerca de temas que nadie ha escrito. Entonces inventamos, inventamos e inventamos historias por demás absurdas, y tenemos el tupé de colgarlas para que otros las lean. No conformes con ello, nos corregimos entre nosotros para que la mentira sea lo más creíble posible, que si le falta una coma aquí... Parece que no tiene suficiente convicción... Que si yo le colocaría dos puntos: ¡Ah! ¡Genial!, y damos gracias efusivas por cada aporte, hasta que por fin vemos nuestro cuento completo; una mentira perfecta, y nos damos efusivas felicitaciones por las ayudas, por las intervenciones y todo eso. Pero de pronto aparece alguno que cuelga algo que ni por asomo parece que nos cuenta algo. —Oye, ¿qué le pasa al ché? (el foro es argentino) esa mentira está mal, hijo, nadie te la va a creer, dejá que te diga cómo se puede hacer para mejorar y puedas engañar como se debe—, y en eso somos tan solidarios que cada cual aporta su granito de arena.
Una vez completado el ciclo vienen las consecuentes congratulaciones y asunto finiquitado.
Díganme ustedes si no somos raros. Algunos hasta nos atrevemos a presentar nuestras rarezas a editoriales especializadas para llevar las mentiras a nivel masificado. O sea, budistamente hablando, (como diría Dnaz Franco o "D"), a otra dimensión. Allí también existen lectores, correctores, y todo un equipo que contribuye a lo mismo. Sí, señor. Pero ya en otra instancia, de manera profesional.
Para poner un ejemplo de cómo funciona un foro, dejo una pequeña muestra de lo que suele ocurrir en Prosófagos y tal vez en otros foros; ya les adelanté arriba que somos personas un tanto irracionales:
Los que frecuentamos esos sitios nos empeñamos por todos los medios (dentro de lo posible) en escribir acerca de temas que nadie ha escrito. Entonces inventamos, inventamos e inventamos historias por demás absurdas, y tenemos el tupé de colgarlas para que otros las lean. No conformes con ello, nos corregimos entre nosotros para que la mentira sea lo más creíble posible, que si le falta una coma aquí... Parece que no tiene suficiente convicción... Que si yo le colocaría dos puntos: ¡Ah! ¡Genial!, y damos gracias efusivas por cada aporte, hasta que por fin vemos nuestro cuento completo; una mentira perfecta, y nos damos efusivas felicitaciones por las ayudas, por las intervenciones y todo eso. Pero de pronto aparece alguno que cuelga algo que ni por asomo parece que nos cuenta algo. —Oye, ¿qué le pasa al ché? (el foro es argentino) esa mentira está mal, hijo, nadie te la va a creer, dejá que te diga cómo se puede hacer para mejorar y puedas engañar como se debe—, y en eso somos tan solidarios que cada cual aporta su granito de arena.
Una vez completado el ciclo vienen las consecuentes congratulaciones y asunto finiquitado.
Díganme ustedes si no somos raros. Algunos hasta nos atrevemos a presentar nuestras rarezas a editoriales especializadas para llevar las mentiras a nivel masificado. O sea, budistamente hablando, (como diría Dnaz Franco o "D"), a otra dimensión. Allí también existen lectores, correctores, y todo un equipo que contribuye a lo mismo. Sí, señor. Pero ya en otra instancia, de manera profesional.
Con todo, con foros o sin ellos, siempre existirán escritores, seres incomprendidos, muchas veces vapuleados por el destino o por la suerte, cuya única finalidad es hacer de este mundo un lugar más placentero. Nos harán navegar por los vericuetos de la mente con sus historias asombrosas, siempre y cuando tengan la capacidad suficiente de engañarnos de manera fidedigna. Es lo extraordinario de la escritura. Y de los foros.
En una próxima oportunidad dedicaré una entrada a una persona que se merece toda mi admiración, y a la que muchos en Prosófagos le están agradecidos: Esther. Su nombre real no lo sé, y no importa, pues por el trabajo que hace en Prosófagos por mí puede llamarse Dios.
B. Miosi