domingo, 29 de agosto de 2010

JAVIER PELLICER, un joven escritor con futuro

Arrabal, un veterano de la policía, y Eduardo, un joven escritor, son los personajes principales cuyas historias corren paralelas en La sombra de la luna, una novela de nuestro compañero Javier Pellicer.

Javier tiene una cualidad que, pienso yo, desea la mayoría de los escritores: logra sorprender con sus planteamientos. De los trabajos que he leído de él doy fe que es una de sus características principales. En esta novela corta, actualmente publicada por capítulos en la revista I like Magazine, http://www.ilikemagazine.com/ él plantea una historia en la que el tema principal es la investigación de una serie de asesinatos cometidos a mujeres hermosas cuyo nexo consiste en ser mudas, rubias y muy jóvenes. Hasta aquí podría decirse que la novela es una más entre las que pululan acerca de un asesino en serie, pero no se equivoquen: La sombra de la luna va más allá de ser una simple novela de policías y asesinos. Pese a ser una novela corta, cada una de sus páginas está impregnada de emociones que solo Javier sabe plasmar de esa manera.

Pocas veces he tenido oportunidad de percibir los sentimientos tal como están descritos en los capítulos que corresponden a Eduardo, el escritor. Es como si hubiera escuchado cada latido, cada suspiro, su angustia, el temor de enfrentar a la mujer amada, la inseguridad que lo envuelve cuando está frente a ella, y yo, que tengo tantos años de recorrido por la vida, todavía me he emocionado al ir reconociendo en él los síntomas de esa enfermedad que llamamos amor:

Esperó en el rellano. Escuchó la puerta del edificio y luego unos pasos que subían por la escalera. Estaba ahí, le faltaban sólo dos tramos para llegar. Eduardo comenzó a temblar repentinamente, a sudar. Le costaba respirar. Su voluntad comenzaba otra vez a decrecer. El llavero parecía escurrírsele entre los dedos a escasos milímetros de la cerradura… introdujo la llave… debía esperar un poco… la mano giró… esperar… la llave

accionó el mecanismo… un suspiro más… la cerradura se abrió… sus pasos estaban tan cerca…

Apenas un latido antes de que la muchacha doblara el último recodo de la escalera, Eduardo se introdujo en su apartamento como una centella, con el corazón a punto de estallar.

La chica sólo vio una puerta cerrarse.

Él apoyó las manos sobre la pared del pasillo de su piso, como si pretendiera sostener el muro. Se maldijo por enésima vez ante su delirante cobardía. ¡Idiota! ¡Era el momento adecuado!

Tras el primer momento de odio hacia sí mismo, Eduardo se dejó caer al suelo y se acurrucó junto a la puerta. Amargas lágrimas de frustración bañaron su rostro. ¿Por qué no podía acercarse a ella?

No en vano Javier colecciona una serie de galardones, empezando por el I Premio Cryptshow Festival de Relato Fantástico por El gran bibliotecario, un relato conmovedor que fue el que dirigió mi interés al joven participante que iniciaba su estadía en el foro Prosófagos hace cosa de dos años, durante los cuales lo he visto madurar como escritor a un ritmo vertiginoso.

La sombra de la luna es una novela altamente recomendable, contiene todos los elementos para mantener al lector pegado de sus páginas: misterio, amor, y algo que me atrae en especial: investigación. La deducción, la manera como un policía se va acercando al asesino, que en este caso es la persona de la que menos se sospecha.

En pocas palabras hago un recuento de la agitada vida literaria de Javier Pellicer Moscardó:

Ganador del I Premio Cryptshow Festival de Relato Fantástico por El gran bibliotecario,

Finalista de la segunda edición del mismo certamen con el relato de ciencia-ficción Los invasores,

Ganador del I Concurso de Relato Fantástico El arte de escribir con su trabajo De la oscuridad nacerá la luz,

Finalista en el mismo certamen en la categoría de relato de terror con Cuando ya no queda nada.

Finalista en el I Certamen Monstruos de la Razón en la categoría de terror por El fotógrafo.

Premio finalista, accésit y mención especial en el I Premio de Novela Corta Katharsis 2008, por su trabajo La ciudad de los monstruos;

Premio especial al relato más votado en el Certamen GrupoBuho 2007: No quiero ver el final.

Semifinalista con un segundo relato en la misma convocatoria con No sólo los perros lamen, y en cuya siguiente edición repetiría semifinalista en la sección de microrrelatos: Demasiada fantasía.

También ha participado en diversas publicaciones en antologías de certámenes literarios, como los concursos ya mencionados y otros: I Certamen de Relato HELLinFILM, II Premio Nacional de Microrrelatos A contrarreloj II.

Algunos de sus cuentos aparecen en las revistas literarias Remolinos y En Sentido Figurado, participa en las páginas webs Editorial Novaltea, Horror Hispano, TusRelatos.com, YoEscribo y Esfera de Letras. Sus relatos cortos: Como hadas guerreras y La ninfa de los vientos fueron narrados en el programa radiofónico literario BREUS.

Como podrán observar, ¡otra de sus cualidades es que sabe titular sus obras!

Actualmente su novela La sombra de la luna se publica por capítulos en la revista impresa I like Magazine, en la que, además, publica entrevistas y artículos relacionados con el mundo literario.

Si desean saber más y conocer mejor a Javier Pellicer, les dejo el enlace a su blog: http://tierradebardos.blogspot.com/

B.Miosi

miércoles, 25 de agosto de 2010

Ernest... siempre Hemingway


Hoy después de un receso debido a problemas de salud en la familia nuevamente retomo mi blog. A los amigos bloggeros que pasaron por aquí y no han visto respuesta a sus mensajes les ofrezco disculpas, pero fueron causas de fuerza mayor.
Voy a dedicar esta entrada a uno de los escritores más fascinantes del mundo literario:

Ernest Hemingway, nacido en Oak Park, Illinois, Estados Unidos, el 21 de julio de 1899, fue un escritor que trascendió su época. Aún hoy muchos aspirantes a escritores le rinden homenaje y lo tienen como ejemplo de tenacidad y buen hacer literario.

A finales del año pasado adquirí un grueso libro negro llamado ENVIADO ESPECIAL, editado por Planeta. Una recopilación de artículos seleccionados correspondientes a cuatro décadas de Hemingway como corresponsal y articulista de diversos periódicos. No diré que los he leído todos, pues si bien su estilo es pulcro, algunos artículos están redactados de manera meramente descriptiva, que es como supongo debe hacerse un trabajo periodístico, aunque en alguno de ellos existe alguna pizca de picardía o de genio literario.

Me llamó la atención uno en particular: Diálogo con el maestro, en el que narra cómo un joven abandona todo para ser escritor y va en su busca a Cayo Hueso, se presenta en la puerta de su casa y le dice que lo que más deseaba en el mundo era ser escritor. Hemingway relata este pasaje autobiográfico, (como casi todo lo que escribió) con fina ironía, refiriéndose al joven como una persona con grandes deseos de aprender: … y la seriedad es una de las prendas esenciales en la dedicación a la literatura, la otra es el talento, desafortunadamente…

Una charla amena con preguntas y respuestas, en las que el joven se ganó el título de “maestro” en la embarcación de Hemingway porque sabía tocar el violín. Trabajó para él una temporada, y según el escritor afirma, jamás leyó nada escrito por el aspirante a escritor, quien lo acribillaba con andanadas de preguntas acerca de cómo hacer para convertirse en un buen escritor. Terriblemente realista, y por partes con una jocosidad parapetada tras el estilo que conocemos de Hemingway, en donde las elipsis son más importantes que lo que se describe, es un pasaje de su vida que merece la pena ser leído.

Otra de las adquisiciones que hice posteriormente fue Adiós a las armas, una novela en la que narra su experiencia como conductor de ambulancias y héroe por su valentía durante la Primera Guerra Mundial. Hemingway es uno de esos escritores parco en aderezos. Esta novela en particular posee una narrativa bastante plana, diría yo. Hay partes interesantes como cuando es tomado por desertor del ejército italiano y escapa de manera cinematográfica lanzándose a un río, pero en general, la novela es bastante sencilla: Su paso por la guerra y enamoramiento de una joven enfermera inglesa que muere al dar a luz un hijo suyo.

No he leído últimamente Por quién doblan las campanas, según dicen, su obra maestra. Es difícil que la pueda conseguir aquí, lo haría esta vez con ojos de escritora. Para ser sincera, Hemingway me llama la atención más por la riqueza de su vida y experiencias en diferentes frentes, que por su literatura, merecedora del Premio Nobel de Literatura en el año 1954, un año después de ganar el Pulitzer por El viejo y el mar, una novela que vi también en el cine hace muchos años ya.

Ernest Hemingway trabajó como periodista durante los primeros años, y sus primeros libros no tuvieron éxito: Tres relatos y diez poemas, 1923 y En este mundo, 1925 pasaron por debajo de la mesa, hasta que escribió Fiesta, en 1925. A partir de allí su carrera como escritor se consolida y gana fama y renombre internacional. Su fama trascendió su muerte de una manera romántica, debido a la manera extraña en la que sucedió. Muchos piensan que se disparó a sí mismo con una escopeta, poco después de enterarse que tenía Alzheimer. Pienso que es de los pocos escritores que poseen una aureola especial que los hace diferentes del resto de los mortales, y esta es básicamente la que brilla en la imaginación de sus lectores, la imagen del hombre guapo, complicado, introvertido, aventurero, y excelente escritor, que dejó de existir el 2 de julio de 1961 en Ketchum, Idaho, Estados Unidos.

B. Miosi