Generación Kindle y el Gran Hermano
―¡Pizzeria Google, buenas noches!
―¿Pizzería qué?
―Pizzeria Google, señor. ¿Cuál es su pedido?
―Pero… ¿Este no era el teléfono dela Pizzeria Washington ?
―Era, sí señor, pero Google compró la pizzería y ahora el servicio es más completo.
―Bueno, ¿Puede tomar mi pedido, por favor?
―Cómo no señor Gómez. ¿Desea lo de siempre?
―¿Lo de siempre? ¿Usted me conoce, sabe mi nombre?
―Por el identificador de llamadas. De acuerdo con su número de teléfono, sabemos que las últimas 53 veces que llamó pidió pizza de cuatro quesos y calabresa.
―Vaya, no me había dado cuenta! Quiero eso mismo.
―Señor, ¿puedo hacerle una sugerencia?
―Por supuesto. ¿Tiene una pizza nueva en el menú?
―No, señor. Nuestro menú es muy completo, pero me gustaría sugerirle la de ricotta y la de rúcula.
―¿Ricotta? ¿Rúcula? ¡Noooooo! Odio estas cosas.
―Pero, señor, es bueno para su salud. Además, su colesterol no anda bien.
―¿Qué?
―Tenemos información del laboratorio donde usted se hace sus exámenes. Cruzamos el número de teléfono con su nombre y vimos los resultados de sus pruebas de colesterol.
―No quiero pizza de queso suave o ensalada. Para eso tomo mi medicamento para el colesterol y como lo que quiero.
―Señor, lo siento, pero creo que usted no ha tomado su medicina últimamente.
―¿Cómo lo sabe? ¿Usted me está mirando todo el tiempo?
―Tenemos una base de datos de las farmacias de la ciudad. La última vez que compró su medicamento para el colesterol fue hace 3 meses. Y la caja tiene 30 comprimidos.
―¡La gran puta! Es cierto. ¿Cómo sabe esto?
―Por su tarjeta de crédito ..
―¿¿Cómo??
―Usted siempre compra sus medicamentos en la farmacia Sorrento, que le ofrece descuentos si paga con tarjeta de crédito del Banco BANK. Según nuestra base de datos de sus gastos con la tarjeta, desde hace tres meses no ha comprado nada allí, pero sí la utiliza en otros comercios, lo cual nos indica que no la ha extraviado.
―Ajá! Y no puede ser que haya pagado en efectivo en la farmacia? A ver qué me decís...
―Usted le paga $900 semanales en efectivo a su empleada doméstica y el resto de sus gastos los realiza con tarjeta de débito o de crédito.
―¿Cómo sabe cuánto gana mi empleada?
―Usted le paga la jubilación...
―¡Andá a la mierda!
―Señor, lo siento, pero todo está en mi pantalla. Tengo el deber de ayudarlo. Creo que usted debe volver a programar la consulta a la que faltó con su médico y llevarle los resultados de los exámenes que se hizo el mes pasado para que le ajuste la medicación. También recomienda que visite al oculista.
―¿Pizzería qué?
―Pizzeria Google, señor. ¿Cuál es su pedido?
―Pero… ¿Este no era el teléfono de
―Era, sí señor, pero Google compró la pizzería y ahora el servicio es más completo.
―Bueno, ¿Puede tomar mi pedido, por favor?
―Cómo no señor Gómez. ¿Desea lo de siempre?
―¿Lo de siempre? ¿Usted me conoce, sabe mi nombre?
―Por el identificador de llamadas. De acuerdo con su número de teléfono, sabemos que las últimas 53 veces que llamó pidió pizza de cuatro quesos y calabresa.
―Vaya, no me había dado cuenta! Quiero eso mismo.
―Señor, ¿puedo hacerle una sugerencia?
―Por supuesto. ¿Tiene una pizza nueva en el menú?
―No, señor. Nuestro menú es muy completo, pero me gustaría sugerirle la de ricotta y la de rúcula.
―¿Ricotta? ¿Rúcula? ¡Noooooo! Odio estas cosas.
―Pero, señor, es bueno para su salud. Además, su colesterol no anda bien.
―¿Qué?
―Tenemos información del laboratorio donde usted se hace sus exámenes. Cruzamos el número de teléfono con su nombre y vimos los resultados de sus pruebas de colesterol.
―No quiero pizza de queso suave o ensalada. Para eso tomo mi medicamento para el colesterol y como lo que quiero.
―Señor, lo siento, pero creo que usted no ha tomado su medicina últimamente.
―¿Cómo lo sabe? ¿Usted me está mirando todo el tiempo?
―Tenemos una base de datos de las farmacias de la ciudad. La última vez que compró su medicamento para el colesterol fue hace 3 meses. Y la caja tiene 30 comprimidos.
―¡La gran puta! Es cierto. ¿Cómo sabe esto?
―Por su tarjeta de crédito ..
―¿¿Cómo??
―Usted siempre compra sus medicamentos en la farmacia Sorrento, que le ofrece descuentos si paga con tarjeta de crédito del Banco BANK. Según nuestra base de datos de sus gastos con la tarjeta, desde hace tres meses no ha comprado nada allí, pero sí la utiliza en otros comercios, lo cual nos indica que no la ha extraviado.
―Ajá! Y no puede ser que haya pagado en efectivo en la farmacia? A ver qué me decís...
―Usted le paga $900 semanales en efectivo a su empleada doméstica y el resto de sus gastos los realiza con tarjeta de débito o de crédito.
―¿Cómo sabe cuánto gana mi empleada?
―Usted le paga la jubilación...
―¡Andá a la mierda!
―Señor, lo siento, pero todo está en mi pantalla. Tengo el deber de ayudarlo. Creo que usted debe volver a programar la consulta a la que faltó con su médico y llevarle los resultados de los exámenes que se hizo el mes pasado para que le ajuste la medicación. También recomienda que visite al oculista.
―¿Quééé?
―Su cuenta de Amazon indica que últimamente ha comprado más
eBooks de los que podría leer en su vida.
―Mira flaco, estoy podrido de INTERNET, de AMAZON, dela COMPUTADORA , EL SIGLO
XXI, LA FALTA DE
PRIVACIDAD, LAS BASES DE DATOS, DE USTEDES y de este país...
―Pero, señor... bueno, sé que es su vida, pero le doy un dato: está siendo rastreado por algunos escritores que dicen que usted dejó comentarios maliciosos de sus novelas.
―Mira flaco, estoy podrido de INTERNET, de AMAZON, de
―Pero, señor... bueno, sé que es su vida, pero le doy un dato: está siendo rastreado por algunos escritores que dicen que usted dejó comentarios maliciosos de sus novelas.
―¿Cómo va a ser? ¿Es que hay espías en Amazon?
―Bueno, aquí dice que se trata de ―¡Callate! ME VOY A MUDAR BIEN LEJOS DE ACÁ. A las Islas Fiji o a alguna parte que no tenga Internet, computadoras, teléfono ni logias investigándome todo el tiempo...
―Entiendo...
―Voy a usar mi tarjeta de crédito por última vez para comprar un boleto de avión e irme bien lejos.
―Bueno, señor Gómez...
―Puede cancelar mi pizza..
―Perfectamente. Se cancela. Una cosa más, señor…
―¿Y ahora qué?
―¡Su pasaporte está vencido!
B. Miosi
A partir de un correo enviado por Carlos Tomás Jorquera
¡Fantástico!
ResponderEliminar:-)
Y a mi que me da un poco de miedo.
ResponderEliminarMuy bueno.
Saludos.
¡Maravilloso post!! ¡Qué gustazo leerte! Y aunque parezca increíble, creo que estamos en la era del Gran Hermano...
ResponderEliminarja ja GEnial Blanca!!! Muy actual! Un besote
ResponderEliminarNi el propio Orwell podía imaginar lo que nos viene. En España, con los carnets digitales, cualquiera sabe todo de todos, ingresos, renta, datos médicos...
ResponderEliminarAdiós privacidad!
Por cierto, muy bueno Blanca
Jajajajaja!!! Es buenísimo, Blanca, lo que me he reído!!
ResponderEliminarA alguno le parecerá una exageración, pero no anda la cosa muy lejos de la verdad. Google es el Gran Hermano de este siglo.
Bueno, yo mañana por la tarde voy a graduarme la vista, le comentaré lo de que tengo libros en el Kindle para tres vidas, a ver que me dice. :-)))
Un beso.
Je je je,
ResponderEliminarHas plasmado muy bien cómo me siento desde hace tiempo. Big Brother is watching us all the time... ¿Se puede ser todavía invisible, no obstante? Un poquito tal vez...
Jajajajaja, ¡es buenísimo Blanca! ¡Me ha encantado!!! ¡BESOSSS!
ResponderEliminarJejejejeje... ¡qué bueno, Blanca! Acabas de alegrarme el día. Besos y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarHola Blanca; buen sentido del humor y además crítico, divertido y a la vez sobrecogedor y estremecedor. La pregunta es ¿cómo nos hemos dejado controlar así? No nos damos cuenta de la cantidad de datos que damos gratuítamente en las redes y otros sitios.El problema es que vamos a peor en ese sentido (en otros, también)
ResponderEliminarUn abrazo
Jajaja, buenísimo, pero sinceramente ¡da miedo! ¿Sabes qué me ha recordado? La película "La red" de Sandra Bullock.
ResponderEliminar¡Te felicito!
Un abrazo.
Humor y miedo. La cosa va para peor, aunque no dejemos de ver la parte graciosa de todo esto, y lo más gracioso de todo es que estamos metidos en esto voluntariamente hasta el cuello. Hay que ver...
ResponderEliminar¡Gracias por pasarse amigos, y compartir estos momentos conmigo!
Besos!
BLanca
Ja, ja, ja...!Fantástico, Blanca!Y tan real que hasta da un poco de miedo. Yo también soy de los que creen que "Google y Hacendado van a dominar el mundo", jajaja...
ResponderEliminarTe dejo. Acabo de recibir un mensaje de Google en el que me informan que ya he sobrepasado mi tope de comentarios para esta quincena...
!Besos!
Ja,ja, Félix, estamos más metidos en esto de lo que parece y lo peor de todo es que fuimos haciéndolo de manera voluntaria y muy agradecidos.
ResponderEliminarGracias por pasar!
ajajaja, muy muy bueno!!
ResponderEliminarMe reí mucho.
Lo triste es que vamos por ese camino...
ajajaja
Reírse por no llorar, pero estamos todos metidos en el sistema.
Saludos!
PS: Muy bueno meter a la G. Kindle, esa logia masónica. je.
Pus de hecho la Generación Kindle ya es una logia, ja,ja,ja!!!
EliminarCuanto he disfrutado ese corto!!! Jajajaja
ResponderEliminarResumes la cruda verdad Blanca, ya no existen los secretos ni la privacidad, somos almas desnudas que caminan en medio de carreteras de fibra óptica.
Me ha encantado!!!
Besitos
Ja,ja,ja Me alegra que hayas disfrutado, Nyra!
EliminarCuando se publicó 1984, a finales de la década de los cuarenta, todo lo que contaba esta distopía parecía imposible. Ahora, realmente, el Gran Hermano nos vigila.
ResponderEliminarMe ha encantado, Blanca. El otro día, al recibir un correo de Amazon sobre recomendaciones para mí, me planteé justo esto, lo que nos estudian, lo que saben de nosotros simplemente con rastrear nuestros movimientos en la red.
Inquietante.
Un beso
Estamos todos rastreados, ya es difícil ser seres anónimos, ni siquiera nos salvan los niks!
Eliminar¡Muy bueno, Blanca! Me he reído mucho. Es cierto que si se nos rastrea es porque nos hemos metido en esto voluntariamente. A mí no me da miedo; yo soy de las optimistas que piensa que el mundo va a mejor. La gente que está constantemente avisando por facebook y internet de la falta de privacidad me hacen mucha gracia; realmente se imaginan que hay varios grandes hermanos por ahí controlando todos sus movimientos. ¡Qué egocéntricos! Al mundo no le interesa la vida de cada uno ni las fotos que colgamos todos por ahí; es todo cuestión de marketing: ¡nos controlan lo que compramos para vendernos más de lo mismo!
ResponderEliminarPues yo pienso como tú, todo es cuestión de marketing, Carmen, y el que no acostumbra comprar nada por Internet, con seguridad se mantendrá más a salvo que otros que sí lo hacen.
Eliminar¡Realmente genial, Blanca! Lo peor no es estar controlados, sino que somos nosotros mismos quienes facilitamos las cosas a los que les interesa controlarnos poniéndoles en bandeja toda la información sobre nuestras vidas. ¿No os habéis parado a pensar que, dentro de algunos años, y si las bases de datos se conservan (que seguro que sí), podrán recrear nuestras vidas,o al menos una aproximación a ellas, gracias a los datos compilados en facebook y otras redes sociales? Da auténtico pavor la posibilidad de que esos datos puedan ser utilizados según para qué fines.
ResponderEliminarEn fin, es lo que hay.
¡Un abrazo!
Si tu vida es lo suficientemente interesante para alguien que desee hacer dinero con ella, con toda seguridad, sí sucederá, Francisco. Mientras seamos personas normales, corremos menos peligro.
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