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Para Europa Express |
Pasé como una tromba por la puerta principal del COAM,
(Colegio de Arquitectos de Madrid) y alguien se dio tiempo de ensartarme por la
cabeza el collarín oficial con mi nombre y Amazon Academy, al tiempo que me
decia que debía sentarme frente a unas cámaras, luces y acción de una
televisora para contestar las preguntas de rigor. Y todo fue porque el reloj de
la habitación del hotel tenía una hora cuarenta de retraso. ¿Qué tal? Fue la
primera queja que hice cuando el hotel me envió el cuestionario para saber qué
me había parecido mi estadía allí.
Pasado ese primer susto saludé como debe ser a Rex Czuba
quien demostró una vez más tener un don de gentes inigualable. Después de las
alocuciones de Koro Castellanos y Rex Czuba me tocó el turno, y viendo lo bien
que lo habían hecho tuve que tratar de ponerme a la altura, no sé si quedaría
bien, amigos, pero hice lo mejor que pude. La primera parte fue una
improvisación según las directrices de Rex, porque yo no pensaba hablar de “La
búsqueda”, pero él insistió en que debía hacerlo, así que ya ni recuerdo lo que
dije. Lo demás sí porque lo llevaba anotado.
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Con nuestro grandes: Rafael Costa,
Mercedes Pinto,
Kristel Ralston |
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Javier Valverde y Lola Mariné |
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Mi intervención |
Después de aquello hubo una serie de eventos que ya todos
deben saber por la agenda que Amazon hizo llegar a los invitados, lo único que
puedo decir es que conocí en persona a tantos chicos y chicas con quienes me
unía desde hace años una amistad virtual.
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Mi guardaespaldas Italo Zanin |
El evento solo sirvió para vernos las
caras y darnos el ansiado abrazo, porque mi corazón ya los conocía. Eché en
falta a Francisco Gijón, Enrique Laso, José Enrique Serrano, Jonas Cobos… y
otros más ¡Cuánto me hubiera gustado conversar con ellos! También a nuestra
lectora favorita Mercedes Añoto, pero las otras Mercedes,
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Pepa Frayle, Antonia Corrales y Lola Mariné |
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Los desenfrenados de Amazon, incluyendo a Rex Czuba |
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Aquí Rocío Castrillo y Pepa Frayle tramando algo |
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El grupo de lectura más loco que conozco |
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Con Kristel, las únicas escritoras de estos lados |
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Jorge Magano, el ganador del año anterior y Myriam Millán, la ganadora actual, el otro guapo es Armando Rodera. |
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Con Delmi Anyó y su amiga |
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Del grupo de lectura: "Tardes en Sepia" |
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Aquí Manuel Navarro preguntando por una foto perdida. |
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Con Melody Ann la autora norteamericana millonaria en ventas |
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Rafel Costa bien acompañado de Rocío Castrillo |
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Aquí todas arrejuntadas |
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Antonia Corrales y su inseparable paraguas rojo. |
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Con el guapo Lucas Barrera y mi queridísima Marlene Moleon |
La Pinto y la
insustituíble Gallego me hicieron sentir como en casa.
Mercedes Gallego no solo fue a recogerme al aeropuerto con
su hermano Paco, sino que me invito a comer a su casa (almorzar), en donde
mantuvimos una charla que aún llevo grabada en el alma. Es que es verdad lo que
se presiente a distancia, cuando se conoce en persona a la gente solo es una
confirmación de lo que ya se siente. También mi agradecimiento a Julio García
Castillo y su esposa Mayte, con quienes junto a Mercedes Gallego pasé una
preciosa velada en mi cumpleaños, el 29, aún tengo en el paladar el exquisito sabor
de las gambas con alubias verdes hecha por Mayte y la espectacular tortilla de
patatas española que nunca antes había probado. Y después de un vermouth, una
copa de vino rojo y una de vino blanco, esa noche cerré con broche de oro mi
cumpleaños con José Luis Palma, después de caminar por las calles de Madrid,
una ciudad que nunca duerme, fuimos a brindar por mi natalicio. Nunca un
cumpleaños más exquisito. Además comprobé que soy resistente a los tragos.
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Con Rex Czuba en el Metro, Línea 1 |
Mi anfitriona, Mariana Diekmann también es una de las
personas a quien debo agradecer el que mi estancia en Madrid haya sido
estupenda, ¡gracias, Heberto e Iris Gamero por presentarme gente tan
espectacular!
Los días se me fueron volando y apenas tuve tiempo de salir
unas cuantas horas con Kristel Ralston, a quien le debo enseñarme las tiendas
más espectaculares de la Gran Vía y el piso 9 de El Corte Inglés, desde donde
hay una vista preciosa, y venden unas delicatesses exquisitas; también asistí al
24 Aniversario de el Diario El Siglo de Europa, por cortesía de Julio García
Castillo, quien es articulista en su revista. Gracias a él obtuve una
entrevista importante.
Estos días fueron vertiginosos, me vi en la tele, en los
diarios, en las revistas, salió un artículo en El Economista de México (obra de
la gente de Amazon) y vi que en un anuncio decían que había vendido en Amazon
más que Ken Follet, ¡Qué barbaridad! Quién lo hubiera creído. Pero también tuve
que callejear buscando los remedios y los encargos de los amigos, para lo cual
me tomé unas horas de mi quinta mañana, así que salí sin rumbo fijo a perderme
en esa gran ciudad. Pude conseguir la mayoría de las cosas, en otros casos
quedé en regresar porque no contaban con la cantidad suficiente. Y lo de la
tienda de mascotas fue alucinante, solo las abrían a partir de las 6 de la
tarde. Pero gracias a mi empeño encontré una que me indicó una anciana que
paseaba a su perrita y pude comprar las ampolletas contra las garrapatas para mi
hijo Enrique. Es decir, para Ray, su perro.
Mi último día disponible lo pasé desayunando con Rex Czuba
en el Café Gijón, un sitio emblemático, para después irnos a recorrer el metro
hasta la Línea 1, en donde estaban los avisos que Amazon por primera vez en su
historia autorizó para promocionar libros. En Estados Unidos es normal que
todos sepan qué es Amazon y qué vende, es decir: de todo. Pero en España había
que dar a conocer los productos, especialmente los libros, así que él sacó una
selfie en donde salimos felices y satisfechos de que todo hubiera quedado
perfecto. Después fui retirar las
medicinas pendientes en la farmacia y al mediodía ir a Alcalá de Henares con
José Luis Palma.
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Con mi galante caballero José Luis Palma |
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Una amiga espectacular: Marina Collazo. |
Aquí debo hacer un aparte para referirme a José Luis. Tuve
el privilegio de pasar muchas horas al lado de un hombre que conoce la historia
de España desde los romanos hasta nuestros días, me hizo saber de qué clase de
fibra están hechos los españoles, y comprenderlos mejor, un pueblo forjado a
base de conquistas y conquistados, miles de años de historia apasionante,
apabullante y admirable. Fue emocionante conocer la casa de Cervantes, la
Universidad Complutence, (la verdadera) no la que se llevaron a Madrid; las
antiguas iglesias y las calles empedradas, todas con mucha historia y un grado
de conservación impresionante.
Esa noche a las 7:30 me esperaba Mercedes Gallego con un
grupo de chicas lectoras en el Café Ruiz, cerca de la Glorieta de Bilbao,
obviamente me perdí, porque es una zona donde no todo es lo que parece, pero
fueron a mi rescate y al final me acompañaron casi hasta la misma puerta de la
casa en la que me alojaba. Mi agradecimiento especial a Marina Collazo por el
espectacular regalo que elaboró con sus propias manos: dos libretas con las carátulas
de La búsqueda y El rastreador, y unos marcapáginas de tres de mis novelas, que
alguien del grupo llamó marcapasos, y eso que solo había tomado una cerveza.
Obviamente esa noche no dormí. Tenía que dejar pasar las
horas hasta las 4:30am, hora en que pasaría el taxi a llevarme al aeropuerto,
así que me entretuve en Internet y terminé de arreglar como pude todo lo que
cabía en mis maletas.
Muchas gracias, Amazon, muchas gracias España, muchas
gracias amigos, los españoles son increíbles.
¡Hasta la próxima, amigos!